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Economía.- Sol Meliá busca fidelizar clientes a largo plazo y combatir la desestacionalización con su club de vacaciones

Por una media de 22.000 euros los socios de Vacation Club pueden alojarse una semana en un resort en propiedad durante 50 años

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Sol Meliá busca "captar y fidelizar clientes a largo plazo" y combatir la "desestacionalización" a través del club vacacional de la compañía, creado en 2004 y que actualmente cuenta con 25.000 socios, de ellos 2.000 españoles, como complemento a su negocio hotelero y en momentos en los que la ocupación es "muy necesitada".

En una rueda de prensa en Madrid, el director general de Sol Meliá Vacation Club (SMVC) para España, Juan Gil, destacó que aunque "legalmente hablando" el modelo es el del tiempo compartido, la oferta de SMVC difiere totalmente porque conviven la actividad hotelera, con el valor añadido de la atención al cliente, y la "comodidad e intimidad" de las unidades específicas del club vacacional.

"Mientras el tiempo compartido es un concepto más inmobiliario y sin vocación de continuidad, ya que se trata de restar activos, nuestro interés es establecer una relación con el cliente a largo plazo que no acaba con la venta", aseguró.

Gil subrayó que la principal fuente de captación de clientes es la propia cadena hotelera y destacó que el peso de SMVC en la facturación de Sol Meliá es "cada vez más importante", si bien evitó indicar en qué porcentaje.

Ser socio del Club da derecho al uso de la unidad que se contrate (de uno o dos dormitorios) durante 50 años, en cualquiera de los resort en propiedad disponibles, a través de la adquisición de 'opciones', una especie de moneda interna que puede traspasarse a familiares, amigos o descendientes. Además, existe la posibilidad de acelerar el tiempo de disfrute de las opciones adquiridas antes de que se agoten.

No obstante, Sol Meliá se guarda el derecho de poder comprar las opciones en el caso de que un cliente quiera renunciar para evitar "que se malvendan".

El precio medio ronda los 22.000 euros para estancias de una semana durante los 50 años. De esta forma, dependiendo de la temporada y del tamaño de la unidad, la inversión puede rondar desde los 18.000 euros (un dormitorio), hasta los 35.000 (dos dormitorios) o los 40.000 euros, en el caso de unidades para cuatro personas, para estancias de una semana.

A esta cantidad hay que añadir una cuota anual de entre 200 y 300 euros, para gastos de mantenimiento, que puede alcanzar los 500 euros en el caso de las unidades más grandes.

De los más de 300 hoteles de Sol Meliá, doce establecimientos cuentan con unidades propias del club vacacional, entre ellos el Gran Meliá Palacio de Isora, en Tenerife, cuyas unidades ha empezado a comercializarse. De las 600 unidades habitacionales disponibles en este hotel de lujo, 206 se han construido específicamente para los clientes de SMVC.

Los socios también pueden canjear sus opciones por otro tipo de servicios (estancias en 9 hoteles vacacionales y en 10 urbanos en condiciones especiales o alojarse en cualquiera de los hoteles de la cadena a través de los puntos acumulados en la tarjeta 'Mas') o acceder a los 4.000 complejos asociados al Club, gracias a los acuerdos alcanzados con otras compañías en aquellos destinos donde Sol Meliá no cuenta con establecimientos.

PERFIL DEL CLIENTE.

En cuanto al perfil del cliente de SMVC, Gil explicó que la gran mayoría son estadounidenses y europeos, aunque las preferencias en estos mercados son distintas por lo que se ha diseñado un sistema flexible.

Así, mientras los estadounidenses buscan acudir al mismo resort, los socios europeos se caracterizan por una mayor movilidad y buscan intercambiar opciones y destinos. Especialmente para estos últimos, Sol Meliá ha introducido en la red de intercambio a establecimientos urbanos.

Del total de 25.000 socios actuales, tan sólo 2.000 son españoles, lo que supone un 12,5%. De ellos, la mayor parte ha adquirido opciones en resort en propiedad ubicados en la República Dominicana.

Desde que el club vacacional iniciara su andadura en el mercado nacional, hace ahora cuatro años, el 60% de los clientes son españoles y el resto se distribuyen entre británicos, alemanes, franceses e italianos, por este orden.

Gil, quién reconoció que este concepto no está muy extendido en España, donde Sol Meliá es la única cadena hotelera que cuenta con esta modalidad, avanzó que actualmente la compañía está valorando dos nuevos proyectos aún por decidir en destinos como Canarias o Costa del Sol, así como uno vinculado a la nieve y montaña en Sierra Nevada (Granada).

Finalmente, destacó que los clientes del club vacacional se caracterizan por ser grandes consumidores de los servicios que ofrecen los hoteles, lo que permite aumentar la ocupación de la cadena hotelera durante todo el año.

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