El sector de la construcción culminó el pasado sábado la actualización de su convenio colectivo al ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este texto es histórico debido a la creación de un plan de pensiones de empleo simplificado pionero entre el tejido empresarial español que espera fomentar el ahorro complementario a la prestación pública entre los trabajadores y las empresas del sector a través de dotaciones periódicas. Entre los puntos fuertes del reglamento es que se establece que el patrimonio del plan se invertirá en dentro del propio sector, en fondos dedicados a infraestructuras.
El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) explica a este medio que este impulso inversor generado a través del propio patrimonio del sector servirá para movilizar el dinero y generar empleo a través de proyectos como, por ejemplo, infraestructuras de caminos, agua o ferrocarriles. Este patrimonio será gestionado por VidaCaixa, la rama dedicada al ahorro en pensiones de CaixaBank.
El acuerdo colectivo pacta subidas salariales por valor del 10% entre 2022 y 2024 en las que se incluyen estas aportaciones. Del la subida del 4% prevista para 2022, un 1% va destinado al plan de pensiones. En 2023, la subida es del 3% y la aportación del 1%. Finalmente, en 2024 la subida es del 2,75% y la aportación a la bolsa de ahorro sectorial es del 1,25%. Es decir, de la mejora salarial se apartará el 3,25% de la masa salarial, que irá destinada al ahorro complementario.
Este vehículo financiero creado por el ministro en funciones de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, está orientado a las asociaciones, los sectores de profesionales o los trabajadores autónomos. Desde el sector afirman que el patrimonio previsto, de 3.000 millones en una década, convertirá a este plan del segundo pilar de ahorro en el más grande de Europa.
Durante el verano se han ido sellando los procedimientos legislativos con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Por delante, tal y como explican desde el sector de la construcción y desde la entidad gestora, Vida Caixa, quedan los pasos administrativos.
Antes de comenzar con las aportaciones de los trabajadores se debe constituir la Comisión de Control del plan, la encargada de decidir las inversiones; integrar el plan en un fondo; y divulgar la información entre los asociados y partícipes. Para ello se creará una plataforma informativa. Una vez cumplidos estos puntos, se empezará a dar de alta a los promotores.
Con todo, los profesionales del sector asegurador esperan que la confirmación las expectativas generadas sobre el plan de pensiones simplificado de la construcción, que ha sido pionero a nivel empresarial, desbloquee el interés entre otros sectores.
Hay un millón de trabajadores por cuenta ajena y 400.000 autónomos como potenciales partícipes de este plan cuyo modelo, por su potencial, ha generado también interés entre otras grandes entidades financieras del país.
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