Los datos de mayo de afiliación al Régimen General de la Seguridad Social, donde cotizan la mayoría de los asalariados, confirman que los trabajadores con contratos fijos discontinuos empiezan a liderar la creación neta mensual de empleo asalariado. Aportaron el 48% del total del incremento de la afiliación, mientras los indefinidos ordinarios solo sumaron el 35%. Ello a pesar de que su peso en el empleo es muy reducido, lo que apunta a un 'efecto reactivación' de estos trabajadores en el empleo.
Entre abril y mayo se sumaron 200.411 afiliados medios a la Seguridad Social, en gran parte soportado por el aumento de los 172.500 asalariados afilados al Régimen General. Es este dato, que excluye a los trabajadores del Régimen Especial de Empleadas del Hogar y del Sistema Especial Agrario, el único que la Seguridad Social ofrece desagregado por tipo de contrato.
Así, se compone de la suma de 145.185 indefinidos y 15.309 temporales. También se añaden 12.379 trabajadores que entran en la categoría "otros", que incluye a otros trabajadores que no entran en las categorías convencionales, como es el caso de los que trabajan para las administraciones públicas.
En cualquier caso, el grueso del incremento de la afiliación se concentra en los indefinidos, lo cual apunta a un dinamismo que contrasta con el mucho peor desempeño de los temporales. Estos repuntan por primera vez desde la reforma laboral gracias al intenso arranque de una temporada turística que no viene lastrada por la pandemia. Pero lo hacen con menor intensidad que en los años previos a la reforma laboral.
Sin embargo, estos buenos datos arrojan una sombra: los indefinidos ordinarios (tanto a jornada completa como parcial) registran por segundo mes consecutivo un crecimiento inferior al de los fijos discontinuos: 62.063 frente a 83.123, en términos de afiliación media. Los primeros han aumentado un 0,54% mientras los segundos se incrementan un 8,43%: dieciséis veces más.
El caso de los temporales también merece atención, ya que registran el primer repunte mensual relevante desde que entró en vigor la reforma laboral (en marzo se registró oro repunte), pero solo de 199 afiliados medios. Aunque sólo suponen un 0,67%, supera el 0,54% anotado por los indefinidos ordinarios. Estos se sitúan muy lejos de los niveles de creación de empleo anotados hace un año, lo que redunda en la idea de que los efectos de la reforma laboral empiezan a tocar techo.
Esta evolución de empleo medido en términos de afiliación contrasta con la contratación de mayo. En el pasado mes se firmaron 624.853 contratos indefinidos, lo que supone un 44% del total. De ellos, un 37% fueron fijos discontinuos (un 16% sobre el total).
Aunque también son los que más crecen. Tras un abril en el que se había anotado un descenso de la contratación indefinida, en mayo vuelve a incrementarse. Aunque con mayor intensidad en el caso de los contratos fijos discontinuos que suben un 26% frente al 11,7% de los indefinidos ordinarios tiempo completo y el 15,7% de los indefinidos a jornada parcial.
Trabajo ignora el 'efecto activación'
A pesar de este dinamismo de la contratación, los datos de afiliación siembran la duda de si el incremento del empleo se apoya en el llamamiento de estos trabajadores que estaban inactivos más que en la creación de nuevos puestos de trabajo.
Y es que los contratos fijos discontinuos tienen la particularidad de que cuando las actividades eventuales las que se vinculan sus contratos finalizan no son despedidos, pero se les da de baja de afiliación hasta que su empresa les vuelve a llamar.
En términos interanuales, la creación de empleo sigue pivotando sobre los trabajadores con contratos indefinidos ordinarios. Suponen 1,5 millones más que hace un año, un 12,9%, frente al incremento de 293.000 de los fijos discontinuos, un 160% más. Pero pese a este incremento, los fijos discontinuos solo suponen un 8% de los trabajadores con contratos indefinidos afilados al Régimen General y el 6,5 sobre el total. Eso sí, en mayo superan por primera vez la barrera del millón de asalariados.
Ante estos daros, el Gobierno recalca el peso "despreciable" de los fijos discontinuos en la evolución de la afiliación. Ello a pesar de que el propio secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, reconoce no contar con datos sobre el "efecto activación" de los fijos discontinuos en la creación de empleo.
De hecho, los fijos discontinuos parecen seguir siendo un misterio para el Gobierno. Por quinto mes consecutivo desde que la ministra Yolanda Díaz se comprometió a hacerlo, y a menos de dos meses de las elecciones generales, Trabajo sigue sin publicar los datos de los fijos discontinuos inactivos apuntados al paro. Pérez Rey ha vuelto a trasladar la responsabilidad a las comunidades autónomas, "que son los responsables de registrar las demandas".