Ahora que India ha sobrepasado a China en nivel de población, el escrutinio sobre las capacidades de desarrollo de su economía es inevitable. Y es que tras su alto porcentaje de población joven, se esconde un problema estructural que deriva precisamente de esa buena salud demográfica: no hay empleo para tanta gente.
El desempleo juvenil en el país aumenta sin freno y compromete el desarrollo de quien se postula como relevo de una China cada vez más envejecida. El pulso al gigante oriental se nutre de la fortaleza que la población juvenil otorgaría a su economía. Las previsiones apuntan a que India alcance los 1.000 millones de habitantes en la próxima década, con un alto porcentaje de población joven. Sin embargo, la 'alegría' que supone en cuanto a mano de obra y consumo se trunca al analizar el mercado laboral.
Según datos del Center for Monitoring Indian Economy (CMIE), en torno al 40% de la población de la India tiene menos de 25 años y, de ellos, el 45,8%, estaba en situación de desempleo en diciembre de 2022. Ahí radica el problema y es una bomba demográfica inversa a la que ocurre en China.
A más población, más competencia. La presión que siente la juventud en India es evidente. Mientras en China se teme que no habrá suficientes trabajadores para mantener al creciente número de ancianos, en India la preocupación apuntas a que falten puestos de trabajo para mantener a un número de potenciales trabajadores cada vez mayor.
Crear empleo es un objetivo prioritario en India porque a más población, mayor será la competencia para acceder a los puestos de trabajo existentes. Según ha relatado Kaushik Basu, profesor de economía en la Universidad de Cornell y exasesor económico principal del gobierno indio, a la CNN, la gráfica dibujada por el desempleo juvenil en los últimos siete y ocho años es vertiginosa.
Los economistas no dan todo por perdido. India tiene varias opciones para abordar el problema demográfico. Una de ellas es potenciar el desarrollo del sector manufacturero, que ya es competitivo a nivel mundial. En 2021 representó menos del 15% del empleo, según Capital Economics, una cantidad relativamente baja.
El apoyo a los estudios también será fundamental. En un país donde los datos gubernamentales indican que el salario medio de los trabajadores a tiempo completo es de uno 225 dólares mensuales, las matrículas oscilan entre los 145 y los 1.872 dólares en un entorno muy competitivo.
Cada año, por ejemplo, más de un millón de personas se postulan para puesto en el servicio civil indio. Es uno de los trabajos más buscados del país y, con menos del 1% de los solicitantes pasando el corte, se ha desarrollado toda una industria en torno a la preparación de personas para el acceso.