
Barcelona, 12 feb (EFE).- El Indicador de Clima Empresarial (ICEC) de la Cámara de Comercio de Barcelona apunta que el Producto Interior Bruto (PIB) de Cataluña caerá un 2 por ciento en 2009, una contracción más fuerte que la experimentada en las crisis de los años ochenta y noventa.
La previsión del ICEC supone un decrecimiento de la economía catalana veinte veces superior al avanzado por el gobierno de la Generalitat, que a finales del pasado año estimó que el PIB decrecería un 0,1% en 2009.
El presidente de la Cámara de Comercio (ICOMERC.MC) Miquel Valls, ha explicado hoy en rueda de prensa que la economía catalana entró en recesión técnica en el cuarto trimestre del pasado año, con un descenso interanual del 0,8%, si bien la caída del PIB "parece que no ha tocado fondo".
"Las perspectivas para 2009 son de acentuación de este deterioro", ha subrayado Valls.
Para el primer trimestre de 2009, la previsión es que el PIB registrará un descenso del 1,4% respecto al año anterior, arrastrado por la caída de la industria (7%) y de la construcción (entre un 4 y un 5%).
En los tres primeros meses del año los servicios continuarán perdiendo impulso, aunque seguirán anotando un crecimiento positivo, de aproximadamente el 1%.
Para el conjunto del año 2009 los datos son aún más negativos, ya que la Cámara prevé una caída del PIB del 2%, una contracción superior, incluso, a la registrada en la crisis del año 1993 o en los años ochenta.
En estos doce meses, la actividad de la construcción caerá un 8,4%, seguida por la industria, con el 5,1%.
Por su parte, los servicios seguirán manteniendo un crecimiento ligeramente positivo, de en torno al 0,3%, sustentado, "muy probablemente", en los servicios públicos y en alguna rama de los servicios a las empresas, como las actividades informáticas.
En este contexto de crisis económica, la Cámara ha decidido analizar también los factores que limitan la marcha de las empresas catalanas.
Así, según la encuesta trimestral de coyuntura de la institución, la debilidad de la demanda se sitúa como la principal causa de la limitación de la buena marcha de los negocios, tal y como reconoce el 82% de los encuestados.
Este porcentaje supone el doble de los que consideran que las dificultades de financiación y de tesorería representan las principales trabas para mantener la actividad de sus empresas.
No obstante, ha señalado Valls, este 40% el más alto de la serie de que dispone la Cámara, que empieza en 2003, y va aumentando trimestre tras trimestre desde mediados de 2007.
Miquel Valls ha cualificado de "crítica" la actual situación de la economía y ha pedido a las administraciones que actúen "con determinación" para promover las medidas necesarias que eviten un empeoramiento de la coyuntura.