
Los riesgos de las economías avanzadas se han relajado y el crecimiento sigue afirmándose, a pesar de la actual contracción en la zona del euro. Sin embargo, la recuperación en las naciones en desarrollo será modesta debido a las limitaciones en la capacidad de varios países de ingreso mediano, señala el Banco Mundial en la versión recién publicada del informe Perspectivas económicas mundiales.
Desde la institución esperan que el crecimiento en AmeÌrica Latina y el Caribe se fortalezca de forma marginal a 3,3% en 2013, a partir de 3,0% en 2012, ya que la disminucioÌn de los precios de los productos baÌsicos y la deprimida actividad mundial haraÌn sentir sus efectos.
El crecimiento se veraÌ de alguÌn modo fortalecido en Argentina y Brasil, luego de haber estado muy debilitado, mientras que disminuiraÌ en la mayoriÌa de los exportadores de productos baÌsicos. En Venezuela, la reversioÌn de poliÌticas altamente expansionistas provocaraÌ una fuerte desaceleracioÌn en el crecimiento del PIB, a 1,4% en 2013.
Las mejoras en teÌrminos comerciales apoyaraÌn el crecimiento en AmeÌrica Central, mientras que en el Caribe, se veraÌ retrasado por las limitaciones financieras y los necesarios ajustes fiscales. En el mediano plazo, se espera que la economiÌa regional crezca poco menos de 4% anual, con el apoyo de flujos de capital maÌs firmes (principalmente IED), la recuperacioÌn de la demanda externa y reformas estructurales.
El Banco Mundial estimó que el PIB global se expanda alrededor de 2,2% este año y se fortalezca a 3,0% y 3,3% en 2014 y 2015. Según las proyecciones, el PIB de los países en desarrollo bordeará los 5,1% en 2013, para fortalecerse a 5,6% y 5,7% en 2014 y 2015, respectivamente.
"Aunque hay señales de esperanza en el sector financiero, la ralentización de la economía real está resultando inusualmente larga", afirmó Kaushik Basu, vicepresidente y primer economista del Banco Mundial.
El crecimiento en Brasil, India, Rusia, Sudáfrica y Turquía se ha visto frenado por cuellos de botella por el lado de la oferta. Aunque los riesgos externos han disminuido, es poco probable que el crecimiento de estos países llegue a los niveles previos a la crisis a menos que se apliquen reformas por el lado de la oferta. El crecimiento de China también ha reducido su ritmo a medida que las autoridades buscan formas de reequilibrar la economía.