
Después de anunciarse el acuerdo de futuro entre Ferrari y Fernando Alonso la escudería italiana negó cualquier tipo de vinculación con el piloto español, pero de hecho, esa filtración era el primer paso para iniciar un terremoto con el que echar a Raikkonen y subir ya a Fernando Alonso en su lugar, según cuenta el Diario As. Sin embargo, el asturiano pronto se pronunció ante la escudería de Maranello y frenó por completo la operación. Les dijo que no se movería durante 2009 de Renault.
Alonso esperó hasta mediados de noviembre una llamada de su futuro equipo rojo. No llegó y se centró desde entonces en ser campeón con Renault y lograr un coche lo más competitivo posible para la temporada que empieza.
A la estrella española le habría bastado para irse con decir que es cierto que vestirá de rojo en el futuro. Por contra, su mánager se limitó a decir que eran sólo rumores y que la F-1 aún podía dar muchas vueltas. Tan poco dijo Luis García-Abad que 'La Gazzetta' recurrió a unas frases mohínas suyas, fechadas hace tres meses, sobre la reconocida intención de Alonso de vestirse de rojo.