Viajar y aprender idiomas son dos conceptos que encajan a la perfección. Y aún más en verano, ya que las vacaciones son la época perfecta para desconectar de la jornada laboral y descansar de la rutina. Sin embargo, recargar las pilas no se opone a la idea de seguir practicando nuevas lenguas. "Viajar al extranjero es una oportunidad idónea para acercarte a la cultura e idioma que estás estudiando. Además, es una manera de seguir practicando el idioma para conservar el mismo nivel cuando llegue septiembre", asegura Ginés Méndez, director general de la escuela de idiomas Berlitz.
La relajación de las medidas aplicadas contra la pandemia y la mejora en la situación sanitaria está favoreciendo la práctica del turismo lejos de las fronteras de cada país. En este sentido, el Observatorio Nacional del Turismo Emisor asegura que hasta un 40% de los turistas españoles han decidido este verano de 2022 optar por unas vacaciones que incluyan, al menos, un desplazamiento internacional.
No obstante, saber cómo mezclarse con locales para potenciar al máximo una estancia en el extranjero y practicar idiomas no es tarea sencilla. Por este motivo, los profesores de Berlitz, escuela de idiomas presente en más de 70 países, recomiendan 4 actividades para que los turistas españoles puedan mejorar sus habilidades lingüísticas este verano.
1. Para viajar (casi) gratis y conectar con locales
El couchsurfing, término que se traduce del inglés como 'surfeando sofás', permite a los viajeros conocer mundo alojándose en casas de locales. "Poder compartir el día a día con nativos no tan solo ayuda a interiorizar vocabulario nuevo, sino que también permite conocer la cultura del lugar en una manera más profunda", explican los profesores de Berlitz. La principal finalidad del servicio es la del intercambio cultural y puede ser una buena opción para los turistas que quieran vivir una experiencia atípica. Esta manera de encontrar hospedaje es perfecta para turistas jóvenes o con poco presupuesto. El couchsurfing se puede practicar a través de aplicaciones como Couchsurfing Travel App.
2. Para desconectar y disfrutar de las aficiones
¿Qué mejor que aprovechar el verano para disfrutar de los hobbies que no se han podido practicar durante los meses de trabajo? Algunas compañías de viajes y plataformas digitales permiten encontrar actividades organizadas por expertos locales. El anfitrión comparte sus pasatiempos favoritos con los viajeros, mientras que el turista puede escoger entre múltiples opciones: cocina, arte, deportes… "Consolidar idiomas mientras te diviertes es satisfactorio, es lo óptimo. Practicar hobbies de manera conjunta es perfecto para poner en práctica lo aprendido durante el curso, sobre todo en cuanto a vocabulario específico. Por ejemplo, en una clase de cocina utilizaremos nombres de utensilios y alimentos, pero al practicar deporte, probablemente hablaremos de partes del cuerpo", comentan los profesores de Berlitz. Airbnb Experiences, dentro de la plataforma de alojamiento turístico Airbnb, es un ejemplo de esta modalidad.
3. Para chatear con nativos
No es necesario haber llegado al destino para empezar a conocer gente local. Aplicaciones para hacer nuevas amistades o tener citas, como Bumble o Tinder, utilizan la geolocalización de cada dispositivo para encontrar personas que se encuentren en un rango cercano y así poder quedar. Sin embargo, estas dos apps cuentan con la modalidad Travel Mode, que permite establecer contacto con personas en otros países. En este caso, relacionarse con autóctonos del lugar que se va a visitar proporciona una ventaja añadida, ya que el viajero tiene relación directa con la cultura del país días antes de desplazarse y puede llegar al destino ya habiendo conocido de manera online a personas locales con las que quedar.
4. Para aprender viajando despacio: leer, observar y anotar palabras
Observar el entorno atentamente es una de las claves para acercarse a las costumbres del país. "Una buena idea es apuntar en el teléfono aquellas palabras que leemos y no entendemos para después traducirlas y memorizarlas", comentan los especialistas de Berlitz. "Escapar de las zonas masificadas por turistas e introducirse en los espacios frecuentados por lugareños es igual de importante", añaden. Por otro lado, ¿quién no se lleva un libro para matar el tiempo en los transportes mientras viaja? Leer un libro en el idioma local y sobre esa cultura es una muy buena opción para conocer la historia del país y tener temas de conversación y contexto al hablar con los locales.
"Divertirse y aprender idiomas van de la mano. Salir de la rutina en los meses de verano es esencial, pero no debemos olvidarnos de que podemos seguir mejorando nuestras habilidades lingüísticas cuando viajamos. Además, conocer a personas locales es una manera de conocer nuevas culturas e incluso establecer amistades duraderas con las que poder seguir hablando en otros idiomas en los próximos años", concluye Ginés Méndez.