Cuando se habla de estudiar fuera -sobre todo, programas de educación superior-, España suele aparecer como uno de los destinos más apetecibles. Es cierto que nuestro país repite cada año como el preferido por los estudiantes erasmus. En el curso 2017-2018, el último para el que existen datos, España recibió más de 51.000 estudiantes, de un total de 340.000. El segundo destino más visitado fue Alemania, con 34.500.
Por lo demás, nuestro país es fan del programa, y por ello es uno de los principales mercados emisores: el tercero, tras Francia y Alemania. Sin embargo, consideradas globalmente, las cifras sitúan a España en un lugar más modesto. De acuerdo con los datos de la OCDE, el porcentaje de alumnos extranjeros matriculados en España en educación superior era del 3,5% en 2018.
Atendiendo a las ratios, nuestro país solo supera a Grecia dentro del Viejo Continente. Países de nuestro entorno, como Portugal (7,9%), Italia (5,6%) o Francia (8,8%) cuentan con más estudiantes extranjeros en proporción al total. La media de los países europeos miembros de la OCDE está en el 9,2%. En todo caso, España queda lejos de los registros de Luxemburgo (47,7%), Australia (26,5%) o Nueva Zelanda (19,7%), líderes en este apartado.
Normalmente la ratio de alumnos internacionales que cursan programas de posgrado fuera de su país de origen es mayor: en el caso de España, la proporción de estos estudiantes se multiplica por cuatro comparado con la que se registra en estudios de grado. En el promedio de la OCDE, el porcentaje es el 13%.
En España, solo el 3,5% del total de matriculados en educación superior son extranjeros
Cada vez hay más movimiento: el número de alumnos internacionales de educación superior creció un 4,8% anual de media entre 1998 y 2018, si bien el crecimiento ha sido más intenso entre los estudiantes que elegían países de fuera de la OCDE.
Por norma general, los estudiantes que vienen de fuera se matriculan en las diferentes disciplinas en la misma proporción que sus pares locales, a la sazón, empresariales, administración y derecho, seguidas de ingeniería, manufactura y construcción. Como revela el informe Education at a glance 2020 de la OCDE, hay excepciones: las carreras de periodismo y ciencias sociales atraen a un 12% de los estudiantes internacionales, por el 9% de los residentes. La cuota también es mayor en el caso de las matemáticas y la estadística. Ocurre lo contrario en los campos relacionados con la salud y el bienestar.
El auge de Singapur
En lo que hace a estudiantes de disciplinas relacionadas con los negocios, los destinos preferidos -incluyendo ya a los países fuera de la OCDE-, los destinos que mandan son Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Singapur. Así lo pone de manifiesto la última edición del estudio Business of Branding elaborado por la firma de investigación de mercado en educación CarringtonCrisp y la Fundación Europea para el Desarrollo de la Gestión (EFMD, por sus siglas en inglés).
Destaca en este informe la pujanza de Singapur, que aglutina el 40% de las preferencias, en lugar del 15% consignado en 2019. Las respuestas de más de 1.400 estudiantes, profesorado y personal administrativo de 50 países lo han aupado al top 5 de destinos a escala global. Por delante solo figuran EEUU (68%), Reino Unido (67%), Canadá (48%) y Australia (40%).
Una de las claves del éxito singapurense parece haber sido su éxito en la gestión de la pandemia de Covid-19. El país contaba el 29 de septiembre con uno de los índices de mortalidad más bajos del mundo -ronda el 0,5, comparado con un 67,3 en España-. También han contribuido -señalan los autores del informe- las tensiones en Hong Kong con el Gobierno chino.
A escala global, España destaca entre los estudiantes de negocios por su hospitalidad
Este año EEUU también ha mejorado sus resultados (en 2019 logró solo el 50% de las preferencias, comparado con un 67% en 2017 y un 62% en 2018). Los autores del estudio atribuyen esta evolución a que los estudiantes prevén la derrota de Trump en las elecciones de noviembre y asocian con ella una mayor estabilidad en las políticas relacionadas con visados, etc.
En cuanto a la percepción de la calidad de los destinos, el prestigio de los campus estadunidenses y británicos se impone con claridad, con un 81% y un 79%, respectivamente. Francia, con el 45% de las preferencias, cierra el podio. En Reino Unido, la reintroducción del permiso de trabajo de dos años de duración una vez finalizados los estudios ha reforzado su atractivo como destino estudiantil.
España destaca, fundamentalmente, por su hospitalidad y la facilidad a la hora de lograr los permisos requeridos. Nuestro país es visto como el tercero más acogedor, tras Países Bajos y Reino Unido, mientras que solo Alemania lo supera en facilidad para obtener las visas.
Sea como fuere, en el curso 2018-2019, 194.743 estudiantes extranjeros pasaron por las universidades españolas. Ello supone un incremento del 5,2% respecto al curso precedente. La tendencia de los últimos años es positiva, si bien en 2018-2019 el ritmo de crecimiento fue menos de la mitad que durante el curso anterior.

Los lazos culturales e históricos con el continente americano explican una parte apreciable del origen de los estudiantes internacionales que se matriculan en universidades españolas. En primer lugar, destaca Italia, con 21.044 discentes. La siguen Francia (15.793), Colombia (14.656), Ecuador (12.101) y China (11.810). EEUU es el sexto emisor, con 9.244 estudiantes.
Madrid y Cataluña son las dos comunidades con mayor afluencia de estudiantes internacionales. No es de extrañar, habida cuenta del peso económico y poblacional de ambas. Pero hay otro factor que quizá explique en mayor medida estas preferencias: los rankings de universidades.
Si echamos un vistazo a las clasificaciones más reputadas, el Times Higher Education (THE), el Academic Ranking of World Universities (ARWU) y el listado de Quacquarelli Symonds (QS), comprobamos que las instituciones catalanas y madrileñas están entre las más destacadas de las españolas, con cuatro y cinco representantes cada una.
Las tres universidades españolas con mayor afluencia de erasmus también están presentes en los rankings: la preferida es la Universidad de Granada, por delante de la Complutense de Madrid y la de Universidad de Valencia.
Universidades Europeas
Es de esperar que el proyecto de Universidades Europeas, destinado a que estudiantes, investigadores y personal de administración se muevan por las universidades del Viejo Continente sin trabas burocráticas, podría incrementar el tráfico de estudiantes internacionales hacia alguno de estos centros.
Este proyecto, auspiciado por la Comisión Europea, se gestó en la cumbre social en favor del empleo justo y el crecimiento celebrada, celebrada en noviembre de 2017 en Gotemburgo. Universidades Europeas se planteaba como parte del Espacio Europeo de Educación, concebido para entrar en vigor en 2025.
En cualquier caso, tras la segunda ronda de selección, finalizada en julio de 2020, España aporta 24 instituciones a esta iniciativa. De nuevo, sobresale la presencia de universidades de raíz catalana (seis en total), valenciana (6) y madrileña (5). En conjunto, la red de Universidades Europeas engloba más de 280 instituciones del continente, y está dotada con 287 millones de euros en los presupuestos de la UE.
Los resultados de Universidades Europeas hasta la fecha parecen prometedores. Un estudio realizado por la Comisión Europea entre los miembros de las 17 alianzas de campus elegidas en 2019 para inaugurar el programa señala, por ejemplo, que el 96% de las instituciones considera que habrían estado mejor preparadas para hacer frente al coronavirus de haber estado el programa operativo al 100%.
Más del 60% estima que formar parte de Universidades Europeas ya ha sido de ayuda a la hora de gestionar las dificultades ocasionadas por la crisis. Entre las propuestas aplicadas destacan la creación de campus virtuales interuniversitarios y la oferta conjunta tanto de cursos blended-los que combinan presencialidad y partes online- como de unidades didácticas compartidas en los programas de estudio de las universidades participantes.
En todo caso, la evolución de la pandemia ha tenido un impacto evidente en la movilidad de los estudiantes en todo el mundo. En el primer semestre del año, las medidas de confinamiento prácticamente cerraron la eduación superior en todo el mundo, afectando con ello a 3,9 millones de estudiantes internacionales solo en la OCDE. Esta organización señala también un cambio en las percepciones de dichos estudiantes, y no solo en lo que hace a la seguridad, sino referidas a la calidad y el valor de los programas de estudio en sus países de acogida.
¿Adiós o hasta pronto?
Una encuesta reciente de la plataforma Educations.com -parte de EMG, líder global de marketing educativo y búsquedas sobre educación- revela que solo el 4,7% de los estudiantes que pensaban cursar fuera sus estudios van a cancelar sus planes. Ahora bien, un 68% de los que ya están fuera de su país de origen estarían interesados en proseguir sus estudios solo a través de internet. Cerca de la mitad de los que han acortado sus estancias en el exterior tiene previsto continuar sus estudios más adelante.
Otro estudio, esta vez de QS, refleja datos más contundentes: el 47% de los estudiantes potenciales en Europa admite que el Covid-19 les ha hecho alterar sus planes.
En consecuencia -siempre hablando de la Unión Europea-, un 40% reconoce haber pospuesto su viaje, mientras que el 9% ha cambiado su destino. Solo un 7% afirma no desear ya estudiar fuera.
Una de las medidas que más reclamaban estos estudiantes es la migración de las clases a la plataforma online -un 72% lo defiende-. Sin embargo, el 41% declara no tener el menor interés en matricularse en programas online: solo un 15% se muestra extremadamente o muy interesado.
La menor afluencia de estudiantes extranjeros puede afectar asimismo a las cuentas de las universidades. Las más internacionales -típicamente las de EEUU y Reino Unido- podrían enfrentar graves pérdidas como consecuencia del menor número de matriculaciones: Harvard estima un descenso de 750 millones de dólares. En este aspecto, al menos, las universidades tendrían una ventaja: por un lado los mucho menores costes de matrícula y, por otro, la financiación pública de la mayoría de ellas. No cabe descartar recortes, pero, de producirse, serán menos drásticos.
El virus afecta al Erasmus
La Comisión Europea reconoce el impacto negativo de la pandemia sobre las actividades "en curso o previstas" en el marco del programa Erasmus+. La Comisión ha ido adaptando su respuesta a la crisis, en la que destaca la puesta en marcha el pasado 25 de agosto de dos convocatorias extraordinarias de propuestas para fomentar la educación digital y la creatividad.
La primera de ellas apoyará proyectos en los ámbitos de la educación escolar, la educación y la formación profesionales, y la educación superior, a fin de "mejorar el aprendizaje online, a distancia y mixto". En la segunda, se promoverán "asociaciones para la creatividad" que desarrollen capacidades y competencias que fomenten la creatividad, la calidad, la innovación y el reconocimiento del trabajo en los ámbitos de la juventud, la educación escolar y la educación de adultos.