Ecoaula
Mercedes Wullich: "La educación está en las manos de las mujeres, pero no somos conscientes"
- Faltan al menos 100 años para conseguir la igualdad total de género.
Carmen García
Mercedes Wullich es fundadora de Mujeresycia y del ránking Las Top 100 mujeres líderes en España, cuya primera edición se realizó en Madrid en 2011. Lleva gran parte de su vida profesional indagando en temas que conciernen al género. Además, es autora del libro "Seis mujeres, seis voces, otra mirada sobre el poder y la mujer".
¿Qué te llevó a involucrarte totalmente en el tema de género?
Inicialmente, el haber crecido con modelos de mujeres fuertes y de armas tomar, y darme luego cuenta de que la sociedad no las reflejaba. Encontrarme con circunstancias que me alertaron sobre la situación real de las mujeres en la sociedad en la que yo vivía. Luego, desde cada uno de los proyectos que he puesto en marcha, fue mayor la conciencia sobre el compromiso que tenemos que asumir quienes podemos apurar los tiempos para que los cambios se produzcan.
¿Qué impacto tiene en la sociedad el realizar una lista con las 100 mujeres más influentes y poderosas?
Frente a la séptima edición de este 2018, diría que el impacto fue enorme. Un medio de comunicación tiene una fuerza relativa, pues la web es una selva de información con infinita cantidad de medios. El ranking puso el foco y la lupa sobre las mujeres y facilitó a los medios la tarea de encontrarlas, con lo cual se multiplicó el impacto.
Existen estudios que aseguran que las mujeres son mayoría en las universidades y están mejor formadas ¿por qué esto no se refleja en la sociedad y en los puestos de trabajo?
Son muchos los factores que inciden, pero fundamentalmente, que las empresas no están a la altura de los cambios que la sociedad empuja. Tienen todavía procedimientos antiguos y sesgos y estereotipos que no atinan a reconocer. Por otro lado, las mujeres, tenemos poca visibilidad y determina que o no estemos lo suficientemente presentes. Esto no sólo demora los tiempos, sino que perpetúa los roles "asignados". ¡Debemos despertarnos y estar dispuestas a pelear, exigir, levantar la voz, convertirnos en referentes!
La mayoría de las universidades españolas no han tenido nunca una rectora y los altos puestos están, en su mayoría, ocupados por varones ¿qué ocurre con el techo de cristal?
Lo mismo que en el resto de los ámbitos, pero teniendo en cuenta los datos de las mujeres en este sector, es más grave todavía, pues el contraste es mayor.
¿Cuál cree que es el principal problema por el que está pasando este país en materia de género y de igualdad?
España podría y debería haber avanzado mucho más. Si nos situamos en el momento del primer gobierno paritario y una primera vicepresidenta mujer, el horizonte era mucho más benévolo y auspicioso del que tenemos hoy. Debemos estar furiosamente alerta, pues cualquier distracción tolera el retroceso. Tenemos la obligación de ser vigías de lo que consiguieron las mujeres que nos precedieron, y consolidarlo. ¡Nunca retroceder!
¿Qué papel tienen que asumir los hombres en esta situación?
No tengo dudas de que una sociedad o una empresa mejor para las mujeres lo será también para los hombres. Puede ser que hasta ahora hayan estado distraídos gestionando el poder o peleando por él, pero es hora de contar con ellos. Para comprometerlos, pusimos en marcha engageMEN.es para que se comprometan desde sus organizaciones con acciones concretas. IBM, Mapfre, Enagás, BNP, Cardiff, HP, Renfe, Facebook, Accenture, P&G, Europcar, Salesforce, Engie… han sido parte y deberán exhibir resultados. Este año tenemos que alcanzar 25 retos, es decir 50 altos cargos, hombres y mujeres asumiendo un compromiso que aliente a las demás.
¿Cómo ve el papel de la mujer en la educación y cómo debería abordarse este tema?
Las mujeres tenemos un enorme poder que es la educación. Puertas adentro y puertas afuera está todavía en nuestras manos y sin embargo no somos conscientes. Este es un debate al cual no se le ha prestado la suficiente atención. La educación debe ser la gran bisagra que nos permita entrar en un siglo con otro pie, y podamos asumir otros grandes debates porque el de la igualdad, ya esté zanjado.
¿Cómo tienen que actuar los colegios en materia de educación y de igualdad?
Los colegios son una pieza clave que puede incidir desde las edades más tempranas para cambiar la mentalidad y dar respuesta a lo que ha sucedido en la sociedad en los últimos cien años. Una tarea cotidiana y permanente, con una vinculación fuerte con lo que pasa fuera de las aulas: los nuevos modelos de familia, las herramientas de la tecnología… Y saber que no sólo educamos en casa o en las escuelas y universidades. Educan también la televisión, la publicidad, el cine, los dibujos animados… cuyos daños colaterales vemos a diario.
¿A cuánto cree que estamos de lograr la igualdad en este país?
Las cifras hablan de al menos 100 años. Si no queremos estar en esas estadísticas negras, deberíamos poner manos a la obra la sociedad, las instituciones, las empresas… y desde ya el gobierno. Es un entramado complejo pero necesario para avanzar. Las mujeres y los hombres que creemos que la diversidad agrega valor deberíamos tener una actitud militante.
La jornada del 8 de marzo se vivió con intensidad y tuvo gran impacto en España, ¿cree que con estas manifestaciones se podrá conseguir algo pronto?
Creo que son una expresión del cansancio de la gente. Y que las movilizaciones son necesarias para sacudir la conciencia de quienes puedan hacer algo para cambiar el statu quo. Por eso insisto en la necesidad de fortalecer un lobby femenino, del que los hombres sean parte. Me encantaría pensar que los cambios pueden ser inmediatos, sin embargo, la realidad avisa: tenemos que tener una hoja de ruta planificada para que estos movimientos y expresiones, deriven en propuestas concretas y demandas puntuales. Y que no se diluyan.