La Junta de Extremadura entra de lleno en la guerra del cava. El Gobierno de Guillermo Fernández Vara ha pedido al Ministerio de Agricultura que rechace el plan del consejo regulador de esta denominación de origen, ubicado en la localidad barcelonesa de Villafranca del Penedés y controlado de forma mayoritaria por las bodegas catalanas, para limitar su producción. Las bodegas extremeñas se enfrentan al cava catalán por limitar la producción
Fernández Vara ha mantenido ya una primera reunión con la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, para pedirle que no se ponga freno al crecimiento del sector en su comunidad.
Frente a lo que ocurre con el cava catalán, cuyas ventas siguen cediendo terreno año tras año, el extremeño está experimentando un boom de ventas sin precedentes en el mercado nacional. De acuerdo con los datos de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex), las bodegas de Almendralejo, en Badajoz, podrían batir este año todos los récords.
Crecimiento desde 2004
Hasta 2004, Extremadura apenas vendía 75.000 botellas de cava. En 2010 se llegó a 600.000, cuando empezaban a surgir movimientos de boicot frente al cava catalán, en pleno auge del independentismo. A partir del año 2011, con el desembarco de nuevos empresarios en el sector, las ventas se dispararon y la previsión ahora pasa por superar al cierre de este ejercicio los 5 millones de botellas. Pero es que lejos de frenarse, el sector estima que podría volver a duplicar la comercialización a corto plazo.
El problema de fondo es que el Consejo Regulador de la denominación de origen, la única que abarca territorios separados en distintas comunidades autónomas, quiere limitar al máximo la producción, según dice, para "impedir que se desprestigie la marca del cava". En este sentido, se ha planteado ya una propuesta al Ministerio de Agricultura, que es el que tiene ahora la última palabra y decidirá a comienzos de 2017.
La intención del Consejo es que el año que viene se permitan tan sólo 168 nuevas hectáreas, cuando ahora hay un total de 34.000 hectáreas y Cataluña controla el 97,5 por ciento de la producción.
Ante todo ello, la consejera de Agricultura de Extremadura, Begoña García Bernal, ha reiterado ya en las últimas semanas su "total rechazo" a que se frene al cava de su región, recordando que esta comunidad autónoma ha sido la única que ha votado en contra de las pretensiones del Consejo Regulador del cava de limitar las plantaciones de viñedo.
El buen precio de mercado que generalmente alcanza la uva destinada a la elaboración de cava y las previsiones de nuevos regadíos en la comarca de Tierra de Barros son argumentos de peso, en opinión de la consejera, para "oponerse frontalmente a las restricciones".
Críticas al Consejo Regulador
García Bernal ha asegurado no entender las razones para la limitación de la producción, planteadas por el Consejo Regulador. "Si la capacidad de comercialización de Extremadura ha subido a 5 millones de botellas, que ya están vendidas, no puede ser éste el argumento para las restricciones. A lo mejor hay otros, pero ese no", ha llegado a asegurar públicamente.
El Gobierno extremeño insiste así en que se opondrá a cualquier medida que suponga un freno al crecimiento y desarrollo de la producción de su cava. En este sentido, después de que el Instituto del Cava haya planteado un recurso contencioso administrativo contra la normativa nacional que regula las plantaciones de viñedo, el Ejecutivo de Fernández Vara ya se ha personado también como parte interesada para conocer los términos del recurso y defender una normativa nacional que proteja el interés común y no el de determinados territorios, según ha señalado en un comunicado.
Según la Junta de Extremadura, el Ministerio de Agricultura tomará una decisión antes del 1 de febrero, aunque deberá escuchar las recomendaciones de la Interprofesional del sector en cada región, previo acuerdo entre las partes repre- sentativas de la zona geográfica y basado en estudios que demuestren la necesidad de evitar riesgos en el mercado.
Movilización en Almendralejo
Mientras, el pueblo extremeño más afectado por esta decisión, Almendralejo, la capital de la zona vinícola de Tierra de Barros, y el único autorizado para producir cava en Extremadura, se está movilizando. Su alcalde, José García Lobato, del Partido Popular, ha iniciado una recogida de firmas para que los vecinos que quieran puedan sumarse a la campaña en contra de la decisión del Consejo Regulador del Cava. Además, varios ciudadanos han habilitado una plataforma web para recoger firmas online en Change.org bajo una petición muy clara: "Apoya al cava extremeño. Cava de Almendralejo".
Además de Cataluña y Extremadura, el cava se produce también en determinados municipios de Valencia, La Rioja, Aragón, Navarra y el País Vasco, que han apoyado los planes del Consejo Regulador. En Extremadura, el fuerte crecimiento del sector se ha producido, sobre todo, tras la entrada en el mercado de la empresa López Morenas, que tiene una potentísima red de distribución. Esta compañía, que opera en distintas denominaciones de origen, produce los cavas Lar de Plata y Bonaval, que está ganando poco a poco terreno a gigantes como Freixenet o Codorníu.
Pese al crecimiento de las bodegas y el cava extremeño, la secretaria general del Consejo Regulador, Eugenia Puig, insiste en que "actualmente, y con el nivel de ventas que tenemos, no hace falta más producción en ningún caso. Se elabora todo el vino que se necesita y si produjéramos más, lo único que se conseguiría es devaluar el producto".