Wembley puede cambiar de manos en los próximos meses. De las de la Federación Inglesa de fútbol (FA) a las de Shadid Khan, el empresario de origen paquistaní propietario de los Jaguars de la NFL y del Fulham de la Championship, segunda división del fútbol nacional. Sin embargo, antes de renunciar a su estadio emblema, los organismos del país desean asegurarse de que, aunque no sea de su propiedad, el coliseo siga siendo la "casa del fútbol" de Inglaterra.
Según informa el Financial Times, la finalización del proceso de compra de Wembley (que alcanzaría los 660 millones de euros) depende de que se cumplan las exigencias marcadas por diferentes organismos ingleses como el Departamento de Deporte, Sport England (que fomenta el deporte de base, uno de los sectores que saldrían favorecidos por la venta, ya que se le inyectaría una importante cantidad para hacer crecer el balompié en las categorías inferiores) o el Ayuntamiento de Londres.
Éstas hacen, especialmente, referencia a la prohibición de patrocinios en el nombre del estadio o con casas de apuestas. La intención es mantener la esencia de Wembley como santuario del fútbol inglés, por lo cual la FA, que podría mantener el estadio como su sede principal, no quiere que éste vea cambiado su nombre ni se relacione con un sector que, con una importancia vital en el fútbol de clubes, se vio separado de los 'Pross' mediante el fin unilateral de la relación con Ladbrokes en 2017.
Fuentes cercanas a Shadid Khan confiesan que, para que el acuerdo llegue a buen puerto antes de fin de año, no tendrán problema en aceptar las exigencias gubernamentales. El empresario, que quiere protagonizar el desembarco de la NFL en Inglaterra, tampoco podrá hacer publicidad de sus Jaguars. La predisposición del comprador es clara y está acompañada por la de los vendedores, siempre que se respeten sus condiciones. De hecho, se está negociando la operación sin que su aprobación se haya votado en el seno de la FA, aunque la luz verde se da por segura.