MADRID (Reuters) - La ampliación de la Ley Antitabaco en España no ha conseguido convencer a los fumadores para que dejen el hábito, de acuerdo con un estudio divulgado el jueves que sí mostró un importante descenso en las cifras de los fumadores pasivos.
El número de fumadores mayores de 13 años era del 20 por ciento en 2011, un 0,5 por ciento más que en 2007, mientras que la cifra de personas que se ven expuestas al humo del tabaco ha caído un 44 por ciento, al 21 por ciento, según los datos del Tercer Estudio sobre Tabaquismo llevado a cabo por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
España aprobó su primera Ley Antitabaco en 2005, que prohibió fumar en los lugares de trabajo, y la reforzó cinco años después, ampliando la prohibición a todos los lugares de ocio.
"Ha sido una ley positiva, bien aceptada por la mayoría de los españoles", dijo en una rueda de prensa en Madrid el doctor Juan Ruiz Manzano, presidente de SEPAR.
"Debemos seguir trabajando, aplicar más medidas, es una enfermedad adictiva y crónica que no es fácil de tratar (...) A los fumadores, de forma clara y contundente, no les ha beneficiado", agregó.
El tabaquismo es la primera causa de muerte en España con más de 53.000 al año, y el tabaquismo pasivo causa unas 1.600 muertes anuales, según SEPAR, que destacó la temprana edad a la que se inicia el hábito, 13 años, y el reducido número de fumadores que consiguen dejarlo.
La legislación de 2010, criticada sobre todo desde el sector de la hostelería por el temor a perder clientes en plena crisis económica, no ha tenido los efectos adversos temidos y no debería darse marcha atrás, afirmó el doctor Ruiz Manzano, al preguntársele por las insinuaciones realizadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respecto a que le gustaba más la ley anterior.
"Una cosa es el negocio, otra es la restauración y otra es la salud", dijo. "El tabaquismo produce más de 29 enfermedades y más de 10 cánceres".
SUBIR EL PRECIO DEL TABACO
Uno de los principales retos pendientes es ayudar a los fumadores a que dejen el tabaco, ya que solo uno de cada tres ha intentado abandonarlo tras la ley, que entró en vigor en enero de 2011, y de éstos solo ha tenido éxito un seis por ciento, según la encuesta.
"Probablemente tenga relación con que solo el 12 por ciento recibió ayuda de un profesional médico", dijo el doctor Juan Antonio Riesco, vicepresidente de la SEPAR y experto en tabaquismo.
"Es imprescindible que el fumador disponga de los recursos asistenciales adecuados para solicitar esa ayuda que va a hacer que sus intentos de abandono tengan más éxito", agregó.
La ley tampoco ha influido positivamente en la prevención, ya que siguen incorporándose más jóvenes al consumo, y el doctor Riesco pidió aumentar su precio, que dijo sigue siendo de los más bajos de Europa, y un acuerdo de la sociedad civil, medios de comunicación y padres para controlar su imagen.
"¿La legislación se ha centrado en el tabaquismo pasivo, pero qué pasa con los fumadores activos?" preguntó.
APOYO A LA LEY
En el estudio, que ha realizado 3.298 encuestas, se recoge un apoyo mayoritario a la ley, no solo entre los no fumadores sino también entre los fumadores, donde llega al 65 por ciento.
Además, señala que ha habido incluso un ligero aumento del 3 por ciento entre los fumadores a la hora de acudir a restaurantes, bares y discotecas y que tres de cada cuatro no ha variado sus hábitos de salir, lo que contrarrestaría los temores de los hosteleros.
El mayor riesgo se encuentra en el hogar, y sobre todo para los menores, puesto que el 51 por ciento de los menores de 13 años están sometidos al humo del tabaco en sus casas.
El doctor Carlos Jiménez Ruiz, uno de los coordinadores del estudio, indicó que han pedido una reunión a la ministra de Sanidad, Ana Mato, para presentarle el informe "y que no se relajen las medidas".