Cultura
Leicester gana la batalla judicial para acoger los restos de Ricardo III
Ricardo fue el último monarca en morir en batalla, caído en la batalla de Bosworth Field en 1485 cerca de Leicester, en el centro de Inglaterra, acabando con la dinastía Plantagenet que había reinado durante 300 años.
El paradero de su tumba fue un misterio hasta que su esqueleto, con la columna desviada y heridas en la cabeza, fue encontrado por arqueólogos de la Universidad de Leicester y los análisis de ADN confirmaron que era el rey caído.
La universidad, que tiene el apoyo del ayuntamiento, recibió el permiso del Ministerio de Justicia británico para volver a enterrar al rey en la catedral de Leicester.
Pero la Alianza Plantagenet, que incluye a los descendientes lejanos de Ricardo, pidió al Alto Tribunal que bloqueara los planes, argumentando que el Gobierno "no era razonable" al dar el permiso y que la decisión sobre el lugar de descanso final debería ser un asunto de consulta pública.
Ellos quieren que su ancestro sea enterrado en la ciudad de York, donde estuvo su base de poder durante su reinado de 26 meses.
Tres de los jueces más veteranos del país decidieron en el Alto Tribunal de Londres que la decisión original no debería ser revisada judicialmente.