Cine
Duras historias en las candidatas al Oscar a película extranjera
Los adjetivos asustaron a los distribuidores, sobre todo en Estados Unidos, donde el director dijo que "todo el mundo le cogió miedo de verdad a la película", ambientada en Barcelona y que cuenta la historia de un hombre moribundo interpretado por Javier Bardem.
Cuatro meses le costó encontrar distribuidor en Estados Unidos, pero ahora "Biutiful" se puede ver en las principales ciudades del país y es la favorita para llevarse el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa en la ceremonia del domingo por la noche. Bardem, por su parte, aspira a su segunda estatuilla, que sería la primera como mejor actor principal.
Aún así, el director de "Amores Perros", "21 gramos" y "Babel" dijo que fue "muy duro".
González-Iñárritu es el más conocido de los cinco directores aspirantes, que el sábado se reunieron en un simposio, pero al igual que sus colegas sufre el estrés de hacer películas lejos de las comodidades del sistema de Hollywood. Ya sea por el argumento o por las dificultades económicas, han tenido que pelear batallas épicas en su camino hacia la noche más brillante de Hollywood.
El director griego del peculiar drama familiar "Canino", Yorgos Lanthimos, ha tenido un presupuesto ridículamente bajo, pero ahora no puede conseguir financiación pública debido a la crisis económica en su país.
El argelino Rachid Bouchareb tuvo que pelear duro para que "Hors la loi" ("Fuera de la ley") se pasara en Cannes debido a la oposición política en Francia a su retrato de la lucha argelina por la independencia.
La danesa Susanne Bier, que ha dirigido "Las horas perdidas", una historia de niños que se enfrentan a acosadores y a familias disfuncionales, aprovechó sus limitaciones financieras para centrarse más en los chicos.
El canadiense Denis Villeneuve, director del drama oscuro "Incendies", rodada parcialmente en Oriente Próximo, editaba antes de rodar para reducir los desechos en la sala de montaje.
UN AÑO ESPECIALMENTE LÚGUBRE
Cada año, los Oscar centran la atención en el mundo de las películas extranjeras, que suelen suponer una ruptura sobre las obras comerciales y las producciones optimistas de Estados Unidos. Este año no es una excepción, y las candidatas son desde luego desoladoras, oscuras y deprimentes.
De hecho, de las 66 que se enviaron a la Academia de las Artes y las Ciencias estadounidense, sólo una era una comedia.
"Lo que me ha sorprendido de verdad este año es lo que hemos visto en 66 películas (...): una seriedad, un aspecto lúgubre e incluso desolador que no recuerdo en nuestro pasado reciente", dijo el productor de Hollywood Mark Johnson, presidente del comité del premio en esta categoría.
Para Johnson, la falta de alivios en estas obras refleja tanto la mente de los directores como el estado del mundo.
En la mente de González-Iñárritu estaban los últimos 75 días de un ser humano. Tuvo suerte de poder conseguir el apoyo financiero para una película que ha costado 20 millones de dólares cuando la situación económica era menos pesimista.
"Empecé a rodar un mes antes del hundimiento económico en 2008", afirmó. "Esta película ahora no habría tenido la financiación. ¿Un tío que se está muriendo? Imposible".