La industria de la alimentación ha reivindicado esta semana su papel como motor de la economía española y catalana en Barcelona y ha exigido un mayor compromiso del Gobierno para facilitar la exportación. Los participantes en el XVII encuentro de alimentación y bebidas, organizado por la escuela de negocios Iese, piensan que son necesarios más recursos económicos para facilitar la internacionalización sobre todo a los emergentes.
El director general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), Horacio González, reclamó durante el encuentro que el Gobierno les ayude a "abrir las puertas" de nuevos mercados para aumentar las exportaciones. Defienden que han logrado aumentar las ventas en el exterior, pese a la caída del mercado nacional y el de la UE, por el empuje de los mercados emergentes.
Para la asociación es prioritaria realizar una apuesta contundente por las economías emergentes de Asia y Sudamérica para mantener el ritmo de crecimiento de las exportaciones agroalimentarias en España.
Asia, imprescindible
El consejero delegado de Codorniu, Xavier Pagès, avisó de que "nadie que quiera exportar actualmente puede ignorar Asia", donde el entusiasmo de sus habitantes por comprar al estilo occidental da ventaja competitiva a las empresas que operan "en el viejo mundo".
Entre los mercados emergentes también despunta África, por su dimensión y la gran cantidad de población le otorgan un gran potencial de cara a las próximas décadas. No obstante, Gallina Blanca, que se instaló ahí hace más de tres décadas, reconoce que el continente africano también presenta escollos para las empresas que quieren instalarse ahí, como inestabilidad política y corrupción, riesgos financieros, infraestructuras poco desarrolladas y escasez de profesionales cualificados.
Por su parte, el grupo de distribución Lidl también puso de relieve su fortaleza para impulsar la presencia en el exterior de productos catalanes. El 56% del surtido fijo de Lidl España lo integran productos suministrados por los 368 proveedores que tiene la cadena en España (120 en Cataluña), a los que realiza compras por 2.500 millones anuales, y contribuye a internacionalizar los productos españoles a través de las 10.000 tiendas que tiene repartidas en 26 países.
La jornada también contó con referencias a Sudamérica, donde Grupo Pascual desembarcó en Venezuela en noviembre de 2012 y prevé cerrar este año como "líder incontestable" en el mercado del yogur y facturar hasta 116 millones de euros (100 millones de dólares).