La inspiración es un aliado indiscutible de la productividad. Es posiblemente uno de los motores de la motivación más importante que existe, y con bastante probabilidad uno de los ingredientes significativos en el concepto de flow de Csikszentmihályi.
El flow es un estado de absoluta implicación en una tarea en el que la persona disfruta con lo que está haciendo. Es ese tipo de trance en el que podemos estar durante largo tiempo sin percepción significativa de que el tiempo pasa, o de la energía que estamos invirtiendo en ello. Es una mezcla de pensamiento y emoción que hace que seamos altamente productivos.
Algunas personas encuentran este flujo en aficiones como el deporte, la pintura o la cocina, pero otras, quizá las más afortunadas, lo encuentran en el trabajo.
Algo que, aunque sea difícil, todos deberíamos intentar, es profundizar en las distintas facetas y recovecos de lo que hacemos a diario para encontrar el flow y, poco a poco, lograr que cada día nos podamos dedicar cada vez más a actividades que impliquen ese estado de implicación y disfrute.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo se origina el flow. Seguro que tiene que ver con nuestra biografía y con lo que da sentido a nuestra vida. Seguro que también está conectado con nuestras aspiraciones y sueños, y con la forma en que visualizamos el futuro. Lo que sí sabemos es que hay que buscarlo y utilizarlo como ingrediente del desarrollo profesional, pues es una de las claves de la productividad y de la felicidad en el trabajo.
Nada hay más inspirador que el incontenible impulso de nuestro propio yo.
¡Excelente Artículo! Definitivamente la inspiración es el motor de la productividad. Al permitir en nuestros escenarios cotidianos que ésta dirija muchas de las acciones ganamos campos nuevos. Es creatividad, es pasión. Con la inspiración aplicada en todo simple y sencillamente se tiene todo ganado. ¡GRACIAS!