Estudiar el día antes

Publicado por en Cambio personal, Ciencia y Management, Hábitos.

A todos nos decían que era mejor estudiar un poco todos los días que enterrarse entre apuntes el día antes del examen, y sin embargo muy pocos eran capaces de cumplir este aparentemente sencillo consejo. Evidentemente ponerse a estudiar un examen cuando quedaban meses para realizarlo era difícil, porque no le veíamos el sentido. Así que siempre encontrábamos algo mejor que hacer. Muchas personas sufren este mismo tipo de problema de adultos, dejando para el último día los cálculos económicos de un proyecto, la preparación de una presentación para una reunión, la redacción de un informe o simplemente las compras de Navidad.

El cambio personal sería mucho más fácil si comprendiéramos que el esfuerzo por instalar un hábito es mucho menor que la energía que tendremos que invertir en una tarea que hemos pospuesto hasta el último momento, porque el grado de automatismo de una conducta crece con la práctica: cuanto más practicamos algo menos nos cuesta hacerlo.

La gran ventaja de estudiar todos los días no está en superar el examen en sí, sino en el hecho de adquirir el hábito de estudio. El primer día del semestre que un estudiante se pone a ello le cuesta mucho, el segundo menos, el tercero menos aún y, si logra completar un número suficiente de días, llegará un momento en el que se sentará a estudiar casi sin darse cuenta. Y esto se puede aplicar a cualquier hábito.

Cada paso que damos menos nos cuesta el siguiente.

Un comentario a “Estudiar el día antes”

Deja un comentario

  • Nombre (obligatorio)
  • (no será publicado) Email (obligatorio, no será publicado)
  • Website

Escribe tu comentario aquí...

XHTML: Puedes usar estos tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.