
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, no espera que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aumente su presencia en el consejo de administración de CaixaBank, pese a que controla actualmente un 18,1% de la entidad en nombre del Estado. "No tengo ninguna indicación de que vaya a cambiar a futuro", expuso al ser cuestionado directamente al respecto durante la presentación del plan estratégico del banco para el periodo 2025-2027, marcado por una tendencia en la reducción de los tipos de interés.
El banquero recordó que, al fusionar CaixaBank con Bankia en 2020, los accionistas acordaron reducir su presencia en el máximo órgano de administración del nuevo grupo mediante consejeros dominicales al quedarse la fundación bancaria "La Caixa" -el principal accionista, con una participación por encima del 31%- con dos y el Estado, a través del FROB, con uno.
Su ajuste o renuncia a sillones en el consejo se produjo con el objetivo de garantizar en el consejo una amplia mayoría de independientes para, entre otras razones, poder cubrir bien las cuotas de independientes que resultan exigibles en las diferentes comisiones del consejo.
El consejo de CaixaBank cuenta actualmente con quince consejeros, nueve de los cuales son independientes. El nombramiento de Tomás Muniesa, único vicepresidente del banco, como presidente en sustitución de José Ignacio Goirigolzarri -con efecto a partir del 1 de enero- podría abrir la puerta a una reestructuración del Consejo. "Estamos muy satisfechos de este equilibrio. No tengo ninguna indicación de que eso cambie a futuro", refirió.
Muniesa es uno de los dos consejeros dominicales en representación del primer accionista, "La Caixa", y, aunque su presidencia no tendrá funciones ejecutivas, quedará por ver si compaginará su nuevo cargo con el de consejero o si se deberá elegir a uno nuevo.
Gortázar dejó claro que no le corresponde decidir con respecto a la composición del consejo. "Es el consejo mismo quien tiene que proponer, cuando toque, los cambios y la junta de accionista los aprobará o no", apuntó. Sin embargo, agregó que no tiene "ninguna indicación" de que el número de consejeros por accionistas "vaya a cambiar a futuro".
Además, Gortázar afirmó que el hecho de que Muniesa, nuevo presidente no ejecutivo de la entidad, tenga la categoría de consejero dominical y no independiente es "lo que ha habido" en el banco y lo juzgó "absolutamente lógico".
Recientemente, el Banco Central Europeo (BCE) publicó un borrador sobre gobernanza de las entidades bajo su tutela en el que daba un nuevo impulso al modelo de estricta separación de los presidentes de bancos de las funciones ejecutivas, para centrarlas exclusivamente en las de tutela de los equipos directivos.
Este modelo de presidencias ejecutivas es una exclusiva española en la eurozona, ya que los tres grandes bancos, Santander, BBVA y CaixaBank, actualmente comparten la característica de que sus presidentes mantienen funciones de ese tipo.
La decisión de José Ignacio Goirigolzarri de no renovar en la presidencia en el banco, que será asumida sin funciones ejecutivas por Muniesa, se vinculó con una exigencia del BCE aunque Gortázar lo vinculó a que el banquero vasco cierra etapa aprovechando también el nuevo plan estratégico. "Ya dijo José Ignacio Goirigolzarri que cierra un ciclo. Empezamos uno nuevo; momento que él ha escogido para hacer esos cambios. No hay otros motivos", aseguró.
En relación con la decisión del Gobierno de no enajenar el 18,1% de CaixaBank antes de 2026 como estaba previsto, Gortázar aseguró que se sienten "cómodos" con su posición. "Absolutamente cómodos, estamos con un accionariado que nos da apoyo, nos da una referencia y estamos muy satisfechos", afirmó. A reglón seguido, expuso que el FROB ha podido multiplicar el valor de su participación "por 4,3 veces" -recibió un 16% de CaixaBank a cambio del 68% que controlaba en Bankia cuando se forjó la fusión en 2020-.