
Bruselas, 4 mar (EFE).- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reiteró hoy que si un país de la zona del euro tuviera dificultades financieras graves, la UE tiene instrumentos para ayudarle, pero dejó claro que, por el momento, ese tipo de asistencia no resulta necesaria.
En rueda de prensa, Durao Barroso rehusó hacer más especulaciones sobre escenarios negativos, por el efecto que ese tipo de declaraciones tiene en los mercados.
"Hay problemas de pagos en algunos países, pero no de la eurozona", aseguró el presidente del ejecutivo comunitario, que recalcó, no obstante, que "estamos considerando todas las opciones" y "vamos a permanecer vigilantes".
La UE ya ha tenido que dar apoyo financiero a dos Estados miembros que no pertenecen al euro, Hungría y Letonia -6.500 y 3.100 millones de euros, respectivamente, para estabilizar su balanza de pagos-, y en las últimas semanas han aumentado las advertencias sobre los apuros de algunos socios de la moneda única.
En principio, la UE no puede ofrecer el mismo tipo de ayuda a los países de la Unión Monetaria que a los de fuera, pero tanto Durao Barroso como el responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, están tratando de acallar las especulaciones confirmando que, en caso de necesidad, hay soluciones.
El presidente de la Comisión también quiso hoy poner freno a las peticiones de algunos gobiernos que desean entrar en el euro para que se aceleren los trámites y subrayó que los criterios de adhesión no se van a revisar, pues ello pondría en duda la credibilidad y estabilidad de la Unión Monetaria, en un momento en el que ya está siendo cuestionada.
"Tenemos voluntad de ayudar a los países que no son socios del euro pero está fuera de discusión la revisión de los criterios de ingreso", subrayó Durao Barroso.
Recordó que cuatro de los diez países que entraron en la UE en 2004 ya se han incorporado a la moneda única -Eslovenia, Malta, Chipre y Eslovaquia-, prueba, según Durao Barroso, de que "si los otros no han entrado no es porque las puertas estén cerradas", sino porque "o no les han interesado o porque no han hecho su trabajo".
Sobre la posibilidad de que los países del euro emitan deuda de manera conjunta ("eurobonos") -lo que beneficiaría a los socios, como España, cuyo diferencial de rentabilidad está aumentando ante el deterioro de su situación presupuestaria-, Durao Barroso reseñó que "no tiene ninguna posibilidad de prosperar", dada la frontal oposición de algunos Estados miembros.
"La Comisión podría presentar una propuesta pero las posibilidades de que salga adelante son del 0,0 por ciento", indicó el presidente del ejecutivo de la UE, por el rechazo de ciertos Estados miembros que creen que este instrumento les perjudicaría y crearía riesgos para la estabilidad del área.