Banca y finanzas
Caja Madrid gana el 66 por ciento menos pero confía aún en igualar el resultado de 2009
Es decir, que la entidad espera ganar en la segunda mitad del año como poco 71,1 millones y previsiblemente después de volver a hacer dotaciones, porque aunque la morosidad a cierre de junio bajó al 5,39% -frente al 5,55% de un año antes-, Caja Madrid advierte de que "ni en este año, ni en el que viene habrá una mejora sustancial de la economía".
Al menos, hasta el punto de que la actividad y el empleo se recupere lo suficiente para que repercuta en el negocio financiero con una mayor actividad.
Ante esta realidad, fuentes de la entidad explicaron que la caja prefiere seguir actuando con prudencia, lo que no quita para que presuman de liquidez y aseguren que el nuevo grupo financiero que crearán junto a Bancaja y otras cinco cajas menores no necesitará inyecciones de capital.
Por eso, el nuevo grupo ni saldrá a Bolsa, ni emitirá cuotas participativas -valores similares a las acciones-, ni venderá participaciones empresariales, según adelantó Caja Madrid el mismo día en el que los consejos de administración de las siete entidades aprobaron el contrato de su integración bajo un Sistema Institucional de Protección (SIP).
Al menos "a corto plazo" no se baraja ninguna de esas tres opciones, ya que el grupo ve suficiente la ayuda pública de 4.465 millones que recibirá una vez que las asambleas de las siete cajas aprueben la "fusión virtual" el 14 de septiembre y la operación reciba las autorizaciones administrativas pertinentes.
De hecho, subrayaron que, según las pruebas de solvencia a la banca, el nuevo grupo financiero mantendría una proporción de recursos propios frente a los activos ponderados por riesgos superior al 6% exigido, exactamente el 6,3%, en el supuesto económico más adverso.
Pero hasta que el nuevo grupo comience a operar, en enero de 2011, Caja Madrid remarca que seguirá gestionando su negocio, facilitando el crédito a familias y empresas y captando depósitos aunque sin entrar en la denominada "guerra del pasivo".
Además, la entidad reconoció que estará pendiente de la evolución de los mercados de financiación, porque aunque no tienen una necesidad "perentoria", podrían acudir a colocar deuda según el precio que pagasen en cada emisión después de que los inversores "ya se han dado cuenta de que no somos Grecia".
Aún así, señaló que el diferencial de la deuda española respecto a la alemana sigue siendo todavía alto, por lo que previsiblemente seguirá reduciéndose y ello abaratará el coste de emisión en los mercados mayoristas.
En cuanto a la actividad de la caja en la primera mitad del año, los recursos de clientes gestionados mermaron el 3,6% y el crédito a la clientela, el 0,4%, aunque el destinado a la compra de viviendas aumentó el 4,5%, quizá porque sólo en los seis primeros meses del año Caja Madrid vendió 1.574 inmuebles, siete veces más que en el mismo periodo de 2009 y más que en todo ese año.
Respecto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses bajó el 34,7%, en tanto que el bruto retrocedió el 20,2%.
En el lado positivo está el engorde de las provisiones, que sólo para hacer frente a insolvencias alcanzó los 3.527 millones, con lo que la tasa de cobertura aumenta hasta el 46,5% -con garantía hipotecaria hasta el 107%- para una morosidad que sigue bajando trimestre a trimestre desde hace más de un año.