Banca y finanzas

Blesa dejará sin rencor Caja Madrid, que gana un 68,4% menos por las provisiones



    Madrid, 19 ene (EFECOM).- El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, aseguró hoy que abandonará la entidad "con añoranza, pero sin rencor ni amargura" y con unas cuentas que el futuro equipo le agradecerá, ya que en 2009 se optó por aumentar las provisiones aunque con ello el resultado se redujera el 68,4 por ciento.

    Podríamos haber elegido "una foto mejor" para mi despedida, admitió Blesa, pero hemos optado por ser "responsables" y anticiparnos al "complicado" 2010 con una dotación cautelar a provisiones de 656 millones.

    Con ese "colchón", la entidad podrá hacer frente a una morosidad que, aunque no sólo se ha controlado sino que se ha reducido en la última mitad de 2009, cerró el ejercicio en el 5,4%, frente al 4,9% de un año antes.

    Después de un proceso electoral que ha durado "demasiado" pero que "en absoluto" ha afectado al negocio de Caja Madrid, el ex ministro Rodrigo Rato le sucederá previsiblemente en la presidencia el próximo 28 de enero.

    Blesa dejará un cargo en el que se hubiera quedado encantado, después de acceder a él en septiembre de 1996 y ver los "logros" de Caja Madrid, que en estos años ha aumentado su tamaño por más de cinco y su presencia en los mercados internacionales.

    Su sucesor, Rato, es un "buen amigo" que será "un buen presidente" de Caja Madrid, dijo Blesa, y llegará acompañado de un nuevo equipo que se encontrará "todas las combinaciones" de posibles fusiones en "un menú para que pueda elegir".

    El actual Consejo de Administración de Caja Madrid, explicó Blesa, ha estudiado todas las opciones de fusión desde el principio, si bien optó por no acometer ninguna operación porque "no quería que nadie pensase que pretendía paralizar nada" (en alusión a su salida de la presidencia de la entidad).

    A pesar de esta decisión, la caja no llega tarde al proceso de reordenación, "en el que debe estar necesariamente", básicamente porque éste no se ha empezado a la espera de que Bruselas dé el visto bueno al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), aprobado por el Gobierno desde el verano pasado para dar apoyo a las fusiones.

    Para Blesa, en el futuro, la solvencia de las entidades será la clave y, en el caso de las cajas de ahorros, habrá que plantearse si la solución es una emisión masiva de cuotas participativas u optar "mejor" por la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP), las conocidas también como "fusiones frías".

    En 2010, antes de que llegue marzo, Blesa augura también que se cerrará la fusión entre la aerolínea British Airways e Iberia, de la que Caja Madrid es su principal accionista.

    La caja madrileña contaba a cierre de 2009 con un excedente de capital de 3.250 millones y un "core capital" -capital más reservas frente a activos ponderados por riesgo- del 6,82%, superior al 6,76% de un año antes.

    Además, la entidad destacó que siguió concediendo préstamos a la economía real -familias y empresas- y puso como ejemplo su activa participación en las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), si bien, Blesa insistió en la "importante" caída de la demanda.

    Y aunque no quiso hacer previsiones de cómo evolucionaría en 2010, advirtió de que el consenso de los expertos sigue hablando de una caída interanual del Producto Interior Bruto (PIB) de entre el 0,5 y el 0,6 por ciento, y con ello "la economía será incapaz de crear empleo hasta finales de año".

    En el resto de actividades de la caja, Blesa subrayó que no entiende los "reproches" de que Caja Madrid no da dinero, tras el apoyo a las universidades madrileñas de 7 millones sólo en 2009, y unos 32 millones en el acumulado de los últimos cinco años, así como y los acuerdos suscritos con la Cámara de Comercio de Madrid y con la CEIM.

    De hecho, para el representante de esta última organización en el Consejo de Administración de Caja Madrid, Gerardo Díaz Ferrán, Blesa también tuvo palabras al decir que había defraudado la confianza de este órgano de gobierno, del que todavía forma parte.

    Respondía así a una pregunta sobre el impago del empresario de un crédito de 26,5 millones de euros para el Grupo Marsans.