Editorial
Tal y como temían los asesores fiscales, las muy severas sanciones previstas para quien declare bienes en el extranjero, paralelas a la amnistía fiscal de 2012, fuera de plazo se están ya aplicando. Los recelos de los expertos son más que justificados, en primer lugar porque las sanciones no tienen en cuenta ningún tipo de criterio de prescriptibilidad de las ganancias declaradas.