Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

El petróleo llama al petróleo, algo que parece lógico, puesto que el crudo suele encontrarse en formaciones o acumulaciones relativamente cercanas. Pero este caso es un tanto singular, puesto que el descubrimiento de petróleo anunciado esta misma semana se ha producido en un lugar conocido como 'cinturón seco', de forma despectiva, precisamente porque se creía que no albergaba bolsas de petróleo ni de gas, es decir, que estaba 'seco'. Durante años, este pedazo del Mar del Norte ha sido 'ninguneado' por las empresas petroleras. Sin embargo, una vez que las zonas más jugosas se han ido agotando, los buques de exploración y perforación han comenzado a mirar con otros ojos a este 'cinturón seco'. El último bombón, aunque sea el de naranja amarga que nadie quiere, goza de una atracción especial, puesto que es el último. Algo así es lo que ha sucedido con el 'cinturón seco'.

Por los mares sigue llegando una invasión que Europa no tiene del todo claro si detener. A China se le ha metido entre ceja y ceja el objetivo de inundar Occidente -especialmente el Viejo Continente- con sus coches más baratos y competitivos (mención especial al vehículo eléctrico) y está poniendo toda la carne en el asador para conseguirlo. Si hace meses causaron cierta impresión las imágenes de mastodónticos megabques cargados con miles de automóviles zarpando de China con dirección a las costas europeas, Pekín ha redoblado esfuerzos en este tiempo.

Marruecos es un país que lo tiene prácticamente todo para disfrutar de un desarrollo económico que le permita poco a poco reducir la brecha con España y Europa. Una situación geográfica buena (pegado a Europa, uno de los grandes centros de consumo), una mano de obra barata, pero relativamente mejor formada que la del resto de África, y grandes aliados a nivel internacional como EEUU o la propia España. Rabat no quiere desaprovechar esta oportunidad y ha empezado a seguir, parcialmente, los pasos que dio España en su época de mayor crecimiento del PIB y la productividad. Marruecos se está convirtiendo en una potencia automovilística que podría catapultar su crecimiento del PIB en los próximos años, según coinciden diferentes casas de análisis.

La economía global se enfrenta a un futuro incierto y plagado de desafíos, donde eventos impredecibles podrían cambiar drásticamente las reglas del juego. Por ello, los economistas de Saxo Bank, fieles a su tradición, han elaborado una lista de cisnes negros para 2025, esas predicciones extravagantes que, aunque improbables, podrían provocar enormes disrupciones en mercados, políticas y la vida cotidiana. Este año, las proyecciones incluyen desde un segundo mandato de Donald Trump que dinamita la hegemonía del dólar hasta un estímulo fiscal sin precedentes en China. También destacan avances tecnológicos sorprendentes, como la impresión de un corazón humano o la meteórica ascensión de Nvidia hasta duplicar el valor de Apple. También ponen sobre la mesa una crisis en los precios de la energía por los centros de datos. No obstante, entre las predicciones más llamativas figura el auge de los vehículos eléctricos, que podría llevar a la desaparición de la OPEP tras una fuerte caída del petróleo. Además, Saxo Bank imagina escenarios climáticos extremos, como una catástrofe natural que hunde a una gran aseguradora, o un giro inesperado en la economía británica que devolvería la libra esterlina a su fortaleza previa al Brexit.

La eurozona se ha convertido en una suerte de 'pupas' dentro de las economías desarrolladas. Cuando no es un problema es otro y cuando no es otro es el mismo pero transformado. Esto es lo que está sucediendo hoy en uno de los países más importantes de la moneda única. Si en los últimos años ha sido Italia, la tercera economía de la región, la que ha puesto a prueba a los mercados y al Banco Central Europeo (BCE) con sus gigante y creciente deuda pública, ahora la apuesta sube: Francia, segunda economía de la zona euro, está viviendo una auténtica crisis política que amenaza con agravar sus problemas fiscales. Todo esto, encima, sin que el problema italiano se haya resuelto ni mucho menos. Si alguna productora se atreviera a hacer una serie de la historia de la eurozona bien podría llamarse 'Los problemas crecen', como aquel mítico show americano de los 80.

Javier Milei está viviendo una situación en Argentina que, con sus diferencias, se podría asemejar a la historia del bitcoin. Al principio nadie crecía en él y pocos eran, incluso, los que se aventuraban a dar un pronóstico o vaticinio sobre su futuro, pero a medida que la evidencia fue venciendo a los prejuicios, el 'carro' empezó a llenarse de expertos, instituciones y medios apoyando y reconociendo que esta criptomoneda puede ser un activo interesante para invertir. El caso de Javier Milei ha sido similar e incluso más fascinante por la rapidez en la que ha logrado estos apoyos (gracias a la mejora de varios indicadores). Es cierto que todavía es muy pronto para sacar una conclusión definitiva. Milei ha recogido un país hecho trizas, con una deuda en dólares casi impagable y con una inflación desbordada. Lograr la salvación de la economía de Argentina es difícil, incluso aplicando las políticas más eficientes. Sin embargo, Milei ya ha logrado que instituciones como JP Morgan, el semanario The Economist o el diario El País reconozcan que las finanzas argentinas han dado un giro de 180 grados en un año. El último en subirse al carro ha sido el banco alemán Commerzbank.

La configuración geológica del mundo es un tanto caprichosa. Las zonas más pobladas del mundo y las que presentan un mayor consumo de hidrocarburos apenas tienen reservas de petróleo y gas. Por el contrario, las grandes formaciones de crudo y gas suelen encontrarse en lo que en geografía se denomina como 'vacío demográfico', grandes extensiones de terreno con muy poca densidad de habitantes, como suelen ser los desiertos, los polos o las zonas de selva. Esto genera importantes costes a la hora de extraer y transportar dichos hidrocarburos. No obstante, las naciones más pobladas luchan contra el destino y buscan a marchas forzadas hidrocarburos en sus territorios para intentar reducir su dependencia energética y la ineficiencia que supone traer el crudo desde muy lejos. Un buen ejemplo es Pakistán, que lleva años invirtiendo para encontrar petróleo en su territorio con un éxito relativo. Esta semana se ha confirmado que las empresas de petróleo y gas pakistaníes han hecho un tercer descubrimiento consecutivo de gas y petróleo en un mismo bloque, lo que está generando expectativas e ilusión en uno de los países más densamente poblados del mundo y que vive en una crisis económica y energética constante.

Nueva jornada color rojizo en los mercados financieros europeos con Francia como protagonista. El euro ha llegado a caer un 1% frente al dólar, mientras que la prima de riesgo de Francia se ha llegado a disparar a máximos no vistos desde 2012 (en plena crisis de deuda soberana del euro). Todo porque el breve Gobierno de Francia, la segunda economía más grande del euro, que echó a andar hace apenas dos meses, pende de un hilo. Un escenario de grave incertidumbre en medio de una 'crisis fiscal', protagonizada por un déficit público creciente y la presión de los partidos en la oposición y la sociedad para que el gasto público siga aumentando para sufragar unas pensiones cada vez más costosas. Francia se encuentra en una suerte de callejón sin salida que parece no tener solución en el corto plazo.

Hace unos meses sucedió algo sorprendente en el mundo del petróleo. Un país que apenas produce crudo y que, hasta la fecha, no había tenido demasiada suerte en la exploración de sus mares y el subsuelo, anunció que había encontrado una de las mayores reservas de petróleo del mundo. El pasado mes de septiembre, las autoridades de Pakistán anunciaron el descubrimiento de una enorme reserva de petróleo y gas (se especula que podría ser la cuarta mayor del mundo) tras años de sondeos y exploración. Esto ha sido más que suficiente, para que su máximo enemigo, en términos geopolíticos, haya acelerado la búsqueda de crudo en las aguas cercanas al hallazgo pakistaní. Así es la gran apuesta de la India para encontrar su tesoro natural, un gran yacimiento de petróleo bajo el mar.

La inflación de la eurozona repuntó ligeramente en noviembre, en línea con lo previsto. Pero debajo de los datos puros hay matices que pueden acelerar o no la hoja de ruta de la política monetaria de un Banco Central Europeo (BCE) centrado ya en las bajadas de los tipos de interés. En noviembre, el índice de precios al consumo (IPC) general de la eurozona escaló tres décimas hasta el 2,3% interanual, como esperaban los analistas. Sin embargo, el más pegajoso y preocupante IPC subyacente (excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco en este caso), se queda en el 2,7% por tercer mes consecutivo cuando se esperaba un 2,8%. Asimismo, la abrasiva inflación de los servicios -anclada cerca del 4% desde hace meses y meses- ha caído una décima hasta el 3,9% y avanza progresivos descensos. Dos pequeñas alegrías que dan argumentos a los que apuestan por un recorte de tipos 'jumbo' de 50 puntos básicos (el doble de lo habitual) en diciembre. Sin embargo, la determinación del grueso del Consejo de Gobierno del BCE en abogar por recortes más mesurados de 25 puntos básicos para 'guardarse las espaldas' (la apuesta de los halcones) puede hacer que estos pequeños guiños no sirvan.