Regenera y aporta energía
La piel, como el resto de órganos del cuerpo, necesita oxígeno para mantenerse sana. Si no se hace, adquiere un color grisáceo y denota falta de vitalidad. Tres son las causas que la provocan la pérdida de oxígeno en la epidermis: la contaminación y el tabaco; una incorrecta limpieza facial y no hacer deporte.