Las compañías de seguros son los principales inversores de los Tesoros y las dueñas de los edificios más valiosos en las arterias claves de las grandes capitales. La exposición al real estate del seguro español supera los 13.522 millones de euros de forma directa e indirecta e incluye tanto complejos para uso propio como edificios de oficinas, residenciales, proyectos en construcción o, incluso, solares.