La propuesta de construir una pista sobre el mar para ganar capacidad en el Aeropuerto de Barcelona, impulsada por un grupo de profesionales y académicos, ha suscitado un amplio debate público sobre su viabilidad técnica, económica y ambiental, pero también se le suma una vertiente operativa: cumpliría el objetivo de permitir operar vuelos de largo radio sin el impacto acústico que impide que se utilice actualmente para este cometido la pista larga de tierra firme, pero únicamente serviría para eso.