Seat S.A. cerró el ejercicio 2022 con una caída en sus ventas mundiales del 18,1% en comparación con las entregas registradas en 2021, cuando la automovilística logró comercializar 470.500 vehículos en todo el mundo. No obstante, el año pasado Seat S.A. 385.600 unidades en todo el mundo. Un descenso que se ha debido al desabastecimiento de componentes.

El segmento premium de vehículos ha cerrado el año 2022 con el liderato del Grupo BMW. El consorcio bávaro, que aglutina las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, comercializó en todo el mundo 2.399.636 unidades, lo que supuso un descenso del 4,8% en comparación con 2021.

La automovilística Rolls-Royce, perteneciente al Grupo BMW, ha cerrado por segundo año consecutivo su mejor ejercicio en ventas. En 2022, la firma de lujo británica logró su mejor resultado en ventas en 118 años de historia.

El renting de vehículos ha superado sus propias previsiones. Si a mediados del pasado ejercicio esperaba cerrar 2022 con una caída de las matriculaciones del 10%, la realidad es que se ha quedado cerca de cerrar plano.

Las ventas de turismos electrificados, incluyendo eléctricos e híbridos enchufables, alcanzaron las 78.329 unidades en 2022. Esta cifra supone un crecimiento del 17 % respecto a 2021 y representan el 9,6 % del mercado total.

La automoción ha vuelto a cerrar un año por debajo del millón de vehículos comercializados. Y ya van tres ejercicios consecutivos. La pandemia, las consecuencias derivadas de ella, los problemas en la producción que se arrastran desde entonces y la inflación han sido los causantes de que en España las matriculaciones no hayan logrado equipararse a las cifras registradas en 2019, último año antes de la pandemia, cuando se llegaron a comercializar 1.258.260 unidades.

La automoción busca recuperar las cifras de 2019. Una tarea complicada cuando la cadena industrial sigue rota. No será el único objetivo, ya que se tienen que empezar a ejecutar los fondos del Perte y convocar la segunda edición.

La carrera de la descarbonización ya ha comenzado con la meta fijada en 2035, año en el que no se podrá comercializar ningún modelo de combustión interna (diésel y gasolina) en la Unión Europea.

La inflación se ha convertido en el arma arrojadiza de las compañías para intentar paliar la subida de costes. Una subida de costes de la que tampoco escapan las aseguradoras.

La transición a la movilidad eléctrica en el sector de automoción se está produciendo a dos velocidades completamente distintas en el Viejo Continente. Los grupos automovilísticos ya han desarrollado el producto y lo han puesto a la venta.