Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

EEUU finalmente ha tomado una de las decisiones más complicadas en su guerra de sanciones contra Rusia: poner el foco en el uranio. A pesar de que Rusia no es ni de lejos el principal productor del mundo, un título que domina con puño de hierro Kazajistán. Ni siquiera se ve al país euroasiático en el top 5 pues países como Canadá, Namibia, Australia o Uzbekistán están por encima. Sin embargo, el Kremlin es totalmente dominante en este mercado debido a décadas de ir creando un sólido imperio internacional de la extracción y de todo tipo de infraestructura clave.

Aranceles, más inversión, nuevos modelos… desde gobiernos y empresas, el foco occidental está puesto en cómo afrontar el tsunami de los coches eléctricos chinos. Las unidades no paran de amontonarse en los puertos de Europa y el resto del mundo, con precios más baratos y nueva tecnología que están poniendo patas arriba todo el mercado mundial. China está en posición de convertirse por asalto en el rey de este nuevo mercado. Sin embargo, este proceso acelerado de expansión no es una historia habitual de una industria 'floreciente'. De hecho, en las entrañas de la maquinaria de producción masiva en la que se ha convertido China se está viviendo una auténtica sangría, unos 'juegos del hambre' en el que todos están dispuestos a perder para colocarse en la 'pole position' de una jerarquía empresarial de miles de millones de dólares que les otorgue un lugar privilegiado en el nuevo mundo.

El turismo se ha convertido en la 'gallina de los huevos de oro' para la economía española. El fuerte resurgir de esta 'industria' (es más un servicio que una industria) tras la pandemia del covid está permitiendo que los países con un tejido productivo más intensivo en el turismo disfruten de un boom económico que nadie había previsto. El covid hirió casi de muerte al turismo, pero contra todo pronóstico, este sector ha resurgido con más fuerza. Buena prueba de ello es la economía de España, que, gracias al aluvión de llegadas de turistas extranjeros, está presentando un crecimiento que triplica al de la zona euro. El sector está aprovechando una demanda rígida (nadie quiere perderse sus vacaciones) para subir precios, ampliar márgenes, lograr mayores beneficios y mejorar la oferta. De este modo, el turismo empieza a generar mayor valor añadido, empleo de creciente calidad y unos ingresos que mantienen el superávit exterior de España. Lo que es mejor, todo hace indicar que el turismo no ha tocado techo en nuestro país, algunas previsiones hablan ya de un sorpasso a Francia (el rey del turismo) en la próxima década pero ¿cómo es posible que una España ya abarrotada de turistas pueda dar este paso? El secreto está en un fenómeno conocido como la desconcentración estacional.

El camino de Donald Trump hacia la Casa Blanca parece ahora más expedito que nunca. Tras el debate electoral el republicano ha tomado la ventaja y, según el promedio de las encuestas, ya le saca dos puntos a Joe Biden. Este ascenso del magnate neoyorquino ha empezado a extender un temor entre la élite de Wall Street y los expertos: que sus medidas generen una nueva oleada inflacionaria que amenace los planes de la Reserva Federal y el camino de la economía de EEUU hacia la estabilidad de precios.

El euríbor vuelve a dar una alegría en junio a las hipotecas al bajar al 3,65% desde el 3,68% de mayo. El problema es que venimos de unas elevadas expectativas para que el índice bajara con fuerza este año, compensando, en parte, el fulgurante ascenso de 2022 y 2023, y ahora está desmontando esas antiguas previsiones del mercado. Pese al recorte del BCE de principio de mes y que todas las apuestas apuntan a la dirección de dos bajadas para lo que queda de año, los plazos más cortos han comenzado a desterrar este escenario. La consecuencia es que el euríbor ha entrado en una meseta o limbo que convertirá las revisiones de las cuotas hipotecarias en descuentos testimoniales.

Nvidia y el resto de compañías del sector no termina de levantar cabeza en bolsa. La compañía de Jen-Hsun Huang desde que tuvo el honor, de un solo día, de ser la entidad con mayor capitalización del mundo sigue sin recuperarse, y los expertos buscan debilidades que le resten potencial. Micron Technology ha vuelto a dar un aviso a navegantes con sus resultados. Excelentes para toda compañía que no pertenezca al mundo IA y sus expectativas desbocadas.

Tambores de guerra vuelven a sonar en Oriente Medio. Israel vuelve a estar en el foco del huracán después de las declaraciones cruzadas entre el país y los líderes de Hezbollah. Durante las últimas semanas intercambios de disparos en la frontera entre ambos países se han ido sucediendo con cada vez más frecuencia y el peligro de una guerra abierta es más real que nunca. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant este mismo jueves amenazó alertando de que Israel tiene "la capacidad de hacer retroceder el Líbano a la edad de piedra, no queremos ninguna guerra, pero estamos preparado y Hezbollahsabe muy bien el daño masivo que puede causar a este país si hay guerra". Ahora, con todo apuntando al conflicto, el crudo se encuentra en un momento decisivo.

El gigante de la moda sueco, H&M, vive una jornada de pesadilla en el parqué tras presentar resultados. La firma se desmorona un 13%, aunque ha llegado a caer un 14% en su peor momento de la sesión. El motivo ha sido el aviso sobre las perspectivas de ventas y beneficios. "Nuestro objetivo de un margen operativo del 10% sigue, pero las condiciones se han vuelto mucho más difíciles ya que factores externos están influyendo en los costes e ingresos, como los materiales y las divisas, que tendrán un impacto negativo mayor de lo que habíamos esperado", ha explicado el consejero delegado, Daniel Ervér.

¿Es positivo para una economía el hallazgo de petróleo? La lógica y la teoría dicen que sí, pero la práctica está plagada de fracasos e historias de conflictos por culpa de esta materia prima tan preciada. Uno de estos ejemplos fatídicos es el de Guinea Ecuatorial, un pequeño país africano que fue colonia de España hasta hace 'cuatro días' y que lleva más de una década sin crecer, estancada en la desigualdad, la pobreza, la criminalidad y la corrupción. Aunque son muchos los factores que han conducido al país a esta situación, el petróleo es sin duda uno de ellos. El boom del crudo a principios de los 2000 generó un espejismo de prosperidad que terminó estallando con la crisis financiera de 2007. Ahora, los mandatarios de este país quieren dar otra oportunidad al petróleo como vía de crecimiento (o enriquecimiento propio) antes de que esta materia prima comience a perder peso a nivel global.

Una maldición pesa sobre Turquía: la inflación. Es imposible imaginar su divisa, la lira, sin el recuerdo de enormes devaluaciones. De hecho, la moneda otomana ha perdido desde 2021 un 74% frente al dólar. El país euroasiático que parecía haber atado con sus más y con sus menos el IPC la pasada década en torno del 7% ha visto cómo se disparaba al 70% en 2022 y el último mes registrado, mayo de 2024, todavía sigue en el 75,45%. Esta es la gran amenaza de la economía turca, que lleva ya un tiempo atrapada en esta espiral inflacionaria. Pero algo empieza a cambiar.