Nvidia lleva días cayendo con fuerza y desatando el pesimismo en Wall Street. Con un descenso del 13% en solo tres días desde que alcanzó sus máximos como la acción más valiosa del mundo, la tecnológica ha destruido ya un valor de 500.000 millones de dólares en ese tiempo, el equivalente al PIB de Bélgica o Irlanda. Este descenso ha hecho saltar todas las alarmas y diversos expertos ya están poniendo la voz en el cielo de un posible cansancio sobre las acciones tecnológicas, la clave fundamental que ha explicado el ascenso del S&P 500. Sin embargo, el consenso de los analistas coincide es que se trata de un bache en el camino y que la firma realmente sigue teniendo potencial, prueba de ello es el repunte de este martes del 4,9%. Sin embargo, esta última corrección ha puesto sobre la mesa el miedo que está contagiándose en el mercado: Nvidia se ha vuelto demasiado grande… y tarde o temprano los inversores pagarán el precio.