Aragón

Nace la bodega Cuevas de Arom para poner en valor la garnacha de Campo de Borja

La nueva bodega, perteneciente a la Denominación de Origen Campo de Borja, comienza su andadura con el fin de recuperar la cultura de los viñedos más antiguos de esta zona aragonesa y la variedad de uva garnacha con la que elaborarán cuatro vinos, que se comercializarán en seis países.

Poner en valor la cultura del vino de Campo de Borja y utilizar viñedos que están en peligro de desaparecer porque los agricultores tienden ahora a producir en las zonas de valle son los dos objetivos que se han marcado Mario López, Francisco Latasa y Fernando Mora, a través de la nueva bodega Cuevas de Arom.

La bodega, en la que los tres fundadores comenzaron a trabajar en su proyecto en el año 2012, pretende evitar que los "mejores viñedos puedan desaparecer" para lo que se trabajará con parcelas, que suman alrededor de 14 hectáreas en las que las viñas tienen entre 60 y 90 años. "Queremos poner en valor estas viñas", ha explicado Fernando Mora, uno de los tres impulsores de Cuevas de Arom, a elEconomista.es

Con estos viñedos, la bodega prevé lanzar inicialmente cuatro vinos dentro del segmento premium de los que dos se podrán comprar ya este año, mientras que los otros dos estarán disponibles para su venta en 2018.

La producción de la bodega "será pequeña. Es un proyecto de unas 40.000 botellas. Creemos en la pequeña producción, lo que choca en Aragón, que es una zona de volumen".

De momento, de los dos primeros vinos que llegarán al mercado y que ya han superado los 90 puntos Parker, se producirán alrededor de 13.150 botellas, mientras que del otro se lanzarán alrededor de 3.145 botellas. De los otros dos vinos que se lanzarán el próximo año, se prevé una producción inicial de 20.000 botellas aproximadamente.

Estos vinos de la variedad garnacha se comercializarán en seis países. "Estamos muy contentos porque la distribución se ha realizado antes del embotellado. Ha sido una locura". Entre estos mercados se encuentran España, así como Francia, Bélgica, Suiza, Dinamarca y Estados Unidos.

"Estamos especializados en hacer garnacha en Aragón y nos hemos ganado la confianza con Bodegas Frontonio", proyecto que los tres fundadores de esta nueva bodega también pusieron en marcha comenzando a elaborar vino en el garaje de la casa de los padres y que ha sido clave para esta nueva iniciativa empresarial. 

Los vinos de la bodega Cuevas de Arom se caracterizan por "ser frescos, ligeros, con menos color y por estar la madera en segundo plano y la uva en primer plano". 

El proyecto de la bodega se complementa con la adquisición de una cueva en el monte con el fin de recuperar e impulsar la cultura del vino en esta zona de Aragón. "La vamos a recuperar para guardar añadas especiales y hacer un centro para enseñárselo a los clientes y que puedan ver cómo se hacía el vino en Borja, además de probar esas añadas especiales y poder cocinar costillas en la chimenea".

El proyecto también se centra en ensalzar el sistema cooperativo, puesto que la bodega tiene ubicadas sus barricas y depósitos bajo las instalaciones de la cooperativa Santo Cristo de Ainzón (Zaragoza). "Hemos hecho como una bodega boutique para poner en valor el patrimonio de la garnacha".

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