Pese a una probable debilidad a corto plazo, el crecimiento impresionante de los beneficios da fuerza a la tendencia alcista.
El viernes fue día de consolidación en Wall Street dónde el Dow Jones salvó por poco los 12.000 puntos después de alcanzar un máximo intradía en los 12.048,9 puntos. El hecho de que la barrera psicológica de los 12.000 sea pretexto a toma de beneficios no debe sorprender tras una semana llena de récords en los beneficios empresariales hasta el disgusto que dieron el viernes los resultados de Caterpillar, que registraba un desplome del 14,5% en bolsa.
Pero los árboles no deben esconder el bosque. Según Thomson Financial Services, de las 151 empresas del S&P500 que ya han publicado sus beneficios del tercer trimestre, un 74% ha sorprendido al alza frente a una media histórica del 60%. Si tenemos en cuenta los resultados ya publicados, la previsión global de crecimiento en los beneficios del S&P500 ha crecido nada más y menos que un impresionante 15,9% interanual desde el 14%. La convergencia entre los 12.000 puntos del Dow Jones, un sentimiento de mercado que sigue siendo sólo moderadamente alcista, y unos beneficios en la zona alta de las previsiones pese a la madurez del ciclo económico, da solidez a la tendencia más allá de una más que probable corrección en el corto plazo.
Hoy, a diferencia del año 2000, los nuevos máximos se producen en un entorno de bajo volatilidad, resultados fuertes y valoraciones atractivas después de 3 años de caída de las mismas, aunque el mercado nos pueda asustar como lo hizo Caterpillar el viernes. Pero como hemos venido diciendo desde hace un mes sobre los 12.000, se hayan batido ya definitivamente o no, dejarlos atrás es sólo cuestión de tiempo.