Es casi imposible sostener a estas alturas que la subida desde 2002 es un rally de mercado bajista. A los buenos analistas técnicos les sale urticaria cada vez que alguien habla de la palabra recuperar: en la bolsa nunca hay que esperar sentado con una posición en pérdidas a que vuelva al precio al que compramos, explican, sino que hay que ejecutar el stop loss y a buscar otra cosa más rentable.
Ya saben, cortar la pérdida y dejar correr el beneficio. Por eso, a estos analistas les resulta inconcebible que todavía haya gente con su cartera repleta de títulos comprados en el anterior techo del mercado, en el año 2000.
Pero el caso es que no sólo los hay, sino que son legión. Y no sólo aquí, donde la cultura financiera sigue siendo ínfima, sino también en Wall Street, donde nos llevan una considerable ventaja en esto. Y esta legión está de enhorabuena. Esta semana, ha logrado "recuperar" todas sus pérdidas.
Es verdad que, aunque el Dow Jones ha tocado máximos históricos, al S&P 500 le queda un trecho para conseguirlo. Y no digamos el Nasdaq, que tiene que duplicar su valor para alcanzar los niveles de 2000. Pero estos tres son índices parciales: el Dow se basa en grandes valores industriales, el S&P 500 en grandes valores de crecimiento y el Nasdaq en valores y pequeños y medianos de crecimiento.
Si cogemos el conjunto del mercado norteamericano medido por el índice más amplio que existe, el Wilshire 5000, nos encontramos con que el valor total de las acciones del mercado norteamericano superó el jueves pasado el anterior techo. Como explica Mark Hulbert, de Hulbert Financial Digest, un inversor con tan mala suerte para haber comprado una gran suma en el mercado el 24 de marzo de 2000, el máximo de la tendencia alcista, y que haya mantenido su inversión reinvirtiendo los dividendos cobrados desde entonces, ya está en positivo por primera vez.
Este efecto psicológico es importantísimo, hasta un punto que los analistas técnicos difícilmente pueden entenderlo: no hablamos de traders ni de inversores activos, sino de gente que no sabe qué es un futuro o un warrant, que le parece inconcebible eso de ponerse bajista y que, aunque tal vez entienda lo que es un stop loss, no sabría jamás dónde hay que ponerlo. Gente que, en su versión más básica, han pedido en estos años a su banco que les devuelva "su" dinero, es decir, la suma que invirtieron inicialmente, o incluso han solicitado del Gobierno que haga algo para recuperar sus pérdidas.
Posibilidad de un nuevo techo
El caso es que estos inversores -que son legión, insistimos- fueron los artífices de que la bolsa llegara a formar una burbuja como la de 2000. Jaleados, eso sí, por los analistas y gurús que hablaban del nuevo paradigma, del fin de los ciclos y de una economía y una bolsa que seguirían subiendo eternamente hasta el infinito y más allá.
Aquellos gurús han vuelto a salir de sus cuevas ahora y a pregonar de nuevo su verdad revelada: ¿Ven cómo a largo plazo siempre se gana en bolsa? Y habrá quien les haga caso, pese a que en estos seis años y medio ha podido ganar un pastizal con una estrategia medianamente activa y una buena selección de valores. O, sin ir más lejos, invirtiendo en el ladrillo. Mientras, la actitud pasiva en bolsa le ha hecho perder el dinero que podía haber ganado en seis años más la inflación acumulada: un coste de oportunidad intolerable.
Volviendo a los que por fin han recuperado. Ahora llega la gran decisión que llevan postergando tanto tiempo: vender ahora que ya no pierdo y olvidarme para siempre de la bolsa o, bueno, ya que he aguantado tanto tiempo en pérdidas, ahora que estoy en ganancias puedo aguantar un poco más. O incluso invertir más, que esto tiene buena pinta. Probablemente, esta última opción va a ser la mayoritaria -la bolsa vuelve a estar presente en todas las conversaciones-, lo cual implica un peligro enorme: el pequeño inversor siempre llega el último a los movimientos.
El citado Hulbert admite que los analistas están divididos sobre cuál es el significado del máximo histórico, pero considera que este récord hace difícil seguir sosteniendo que la subida desde 2002 ha sido simplemente un rally de mercado bajista en el contexto de una tendencia bajista de largo plazo que habría comenzado en marzo de 2000. Es decir, descarta un segundo techo en estos niveles. No son pocos los newsletters que creen firmemente en la teoría del rally de mercado bajista, y va a ser interesante ver en los próximos días si cambian un discurso que han mantenido durante cuatro años.