La de ayer fue una nueva sesión de impresionante fortaleza alcista de las bolsas, tanto en Europa como, sobre todo, en EEUU. Las resistencias son superadas y los alcistas tienen todos los triunfos para salir victoriosos.
Aquí, el Ibex se anotó otro 0,35% y terminó por encima de 12.200, al filo de sus máximos anuales. El EuroStoxx avanzó el 0,44% y recuperó su antiguo soporte (ahora resistencia) de los 3.800.
Claro que lo de Wall Street es aún más impresionante y lo que, al final (como siempre), resultará decisivo. No hubo toma de beneficios tras el subidón del martes, sino que continuó la escalada: el Dow Jones sumó otro 0,39%, el S&P 500 avanzó el 0,38% y el Nasdaq –que ha retomado el liderato pese a los problemas de los gigantes tecnológicos-, el 0,53%.
Siempre hay elementos que ponen en duda un movimiento y que apoyan una resolución bajista, que bien podría tomar la forma de un doble techo en máximos anuales. Es un escenario que no se puede descartar, desde luego, pero no parece el más probable a la vista de la fortaleza del mercado. Parece necesaria cierta corrección antes de atacar los máximos, pero después lo más probable es que éstos sean vencidos.
Ayer tampoco hubo referencias económicas relevantes, y el petróleo repuntó hasta 63,97 dólares tras publicarse una caída de las reservas en EEUU. No obstante, el mercado que marcó ayer la pauta fue el de los bonos, que subieron en precio y bajaron en rentabilidad (hasta el 4,76% en EEUU); lo cual descuenta que la Fed no va a subir tipos la próxima semana. El euro subió hasta 1,2692 dólares y el oro recuperó hasta 596,30.
Una vez más, fueron las noticias empresariales las que alimentaron el rally. Ford planea un recorte de un tercio en sus cargos directivos (subió el 1,4%) y Lehman Brothers se disparó el 3% tras batir las previsiones con sus resultados trimestrales. Por el contrario, HP recortó el 1,5% tras la subida con la que celebró el cambio de presidente, ante las noticias de que habrá imputados por las escuchas telefónicas en la compañía.