Impresionante debilidad. Ni con el Dow Jones Industrial recuperando cerca de un 1% consiguió el Ibex 35 situarse en positivo tras haber alcanzado, en una primera hora de negocio de fuertes ventas adicionales, los niveles de mínimos de marzo.
Situación de corto plazo:
El mercado en su conjunto está a casi un 10 por ciento de ese nivel, algo que se dice pronto pero que significa una espectacular divergencia para nuestro mercado. El siempre díscolo Ibex 35 hace las cosas más difíciles a los que damos la importancia que merecen a las correlaciones. Y es que sin ellas no se puede mantener un discurso alejado del muy corto plazo, cosa que no es del interés de este análisis. Al cierre, el mercado desplegó una vela doji.
Nuevo canto a la esperanza, el tercero en pocas jornadas en medio de una gran divergencia y de una mayor sobreventa a muy corto plazo. Sin una apertura alcista con hueco, algo que dificultó a priori el comportamiento del mercado norteamericano, el doji tendrá poco que aportar más allá de ofrecerse como elemento consolidativo en una situación de escalofriante debilidad relativa como la que presenta el Ibex 35. O lo que es lo mismo, sin un hueco alcista que permita el despliegue de una isla, parece difícil que vaya a verse un rebote serio.
Situación tendencial:
La debilidad que advirtió la pérdida de los 13.800 puntos, que nos llevó a considerar la situación tendencial como “en revisión”, ha sido multiplicada por el cierre del hueco de ruptura dejado en los 13.000. La posibilidad de una vuelta a mínimos, haya o no un rebote que nos lleve por encima de los 14.000 puntos, se ha abierto. En el mercado de los casos estamos en un mercado lateral, y la posibilidad de una tendencia bajista de medio plazo ha sido reabierta.