Debilidad del ladrillo y firmeza del sector manufacturero en EEUU

Tanto las ventas de casas nuevas en Estados Unidos como los pedidos de bienes duraderos cayeron más de lo previsto en julio, en una nueva evidencia de desaceleración del crecimiento en Estados Unidos. Las ventas de viviendas a estrenar cayeron a un ritmo anual desestacionalizado de 1,072 millones de unidades, o un 4,3%, contra una previsión del mercado de 1,1 millones. Además, los inventarios de viviendas a la venta subieron a un máximo de 11 años, lo que apunta a un enfriamiento del mercado inmobiliario. La relación entre las ventas y los inventarios subió a 6,5 meses, el nivel más alto desde un registro de 6,8 meses en noviembre de 1995. En un informe distinto, se publicó ayer una caída del 2,4% de los pedidos de bienes duraderos. Se trata de la primera caída en tres meses del indicador. Los analistas esperaban que los pedidos, un indicador históricamente volátil, cayeran un 0,5%. Sin embargo, las órdenes de bienes de capital fuera del sector de la defensa y excluyendo aviones -un indicador de la inversión empresarial-, subieron un 1,5%, por encima del aumento del 0,4% esperado por los analistas. Este último dato no apunta por una caída abrupta de los gastos de las empresas, lo que explica porque Wall Street no se desplomó después de la publicación del informe.