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Los hedge funds se salen con la suya

Ainhoa Giménez, Bolságora
29/06/2006 - 6:19

Los tribunales anulan la obligación de registrarse en la SEC por la colusión con otra norma, lo que les devuelve al terreno no regulado del que proceden. La sentencia supone un duro revés para el supervisor estadounidense de los mercados.

El movimiento global para endurecer la regulación de los hedge funds sufrió la semana pasada un duro revés con una sentencia de un tribunal federal en EEUU que declara ilegal la norma que obligaba a estos productos a registrarse como asesores de inversión. Lo cual tira por tierra todo el plan de la SEC para poder supervisar a los hedge funds y le obliga a idear nuevas reglas.

Los hedge funds, aparte de por seguir estrategias alternativas para buscar rentabilidades absolutas en cualquier entorno de mercado, se definen por ser productos que no están sometidos a ningún tipo de regulación ni supervisión. Esto es una herencia de su nacimiento como vehículos de inversión de las grandes fortunas, y se formaliza en su carácter “privado” (frente a los fondos de inversión, que están abiertos a cualquiera), en su domicilio en paraísos privados, en la opacidad de sus estrategias, posiciones y rentabilidades, en su capacidad para seleccionar a sus partícipes, en los compromisos de permanencia en el fondo (lockup) y otras muchas características.

Sin embargo, el propio éxito del producto en los últimos años –ya hay 8.000 fondos con un patrimonio total superior al billón de dólares– y la entrada masiva de inversores institucionales (planes de pensiones, seguros, bancos, fondos de inversión tradicionales, etc.) han hecho saltar las alarmas en los reguladores internacionales, que han iniciado un movimiento para poder controlar a los hedge funds. Movimiento que se aceleró el año pasado a raíz de que las grandes posiciones de estos fondos en importantes empresas alemanas forzaron movimientos en su cúpula: el caso más conocido fue el de la salida del presidente de la Deutsche Börse.

Este movimiento hacia un mayor control se ha plasmado en las leyes que han ido aprobando los países europeos para permitir el acceso de los hedge funds, con limitaciones bastante estrictas (el reglamento español es de los más laxos, y aun así impone bastantes requisitos a estos productos). Hasta el propio BCE alertaba en su último informe mensual del riesgo sistémico a una catástrofe en caso de quiebras en cadena de hedge funds.

Pero la prueba de fuego estaba en EEUU, el país que creó estos vehículos y donde éstos se habían asociado para defenderse de los intentos de control. Y eso que la SEC sólo se ha atrevido a pedir que se apunten a un registro, nada de límites ni obligaciones.

Pero ni eso: la sentencia de la semana pasada considera “arbitraria” la normativa de la SEC por la colusión con otra norma, de forma que una deja exentos de registrarse a los fondos con menos de 100 inversores pero la otra obliga a registrarse a los que tienen más de 15.

Varios expertos de despachos de abogados señalan que la sentencia es una derrota sin paliativos para la SEC, ya que no basta con modificar algún aspecto concreto, sino que tiene que buscar una forma nueva para intentar supervisar los hedge funds, porque la vía que había intentado está agotada.