Situación de corto plazo:
Una vela blanca como la de ayer hace que uno se enamore de un mercado, pero enamorarse de alguien que no se compromete fácilmente no es recomendable, y nos pone al borde del suicidio en muchas ocasiones. Es el famoso doble suicidio de amantes: uno se enamora del mercado, y acaban muriendo dos. El mercado y uno.
Hace unos días escribíamos sobre ello en la tribuna semanal y no hemos ido nada desafinados. El golpe recibido por el Nasdaq ha sido bonito, y no está escrito que no vaya a haber más teniendo en cuenta la situación general del mercado - donde las galletas van que vuelan -.
Este tipo de velas envolventes, como la dejada ayer en una jornada de volumen explosivo, con el conjunto del mercado cayendo claramente mientras el Ibex 35 marcaba un nuevo récord, son menos fiables de lo que parecen y lo único que nos señalan a ciencia cierta es que el hueco clave de los 15.600 puntos no debe ser perdido. Si lo rompemos, se acabó lo que se daba.
Situación tendencial:
Subida libre con soporte clave en los 15.600 puntos para reconsideración del escenario.