Es indudable que el optimismo ha vuelto a Wall Street y que los inversores han adoptado una actitud eufórica (algunos dicen que suicida), pero todo tiene un límite. Después del espectacular 'rally' posterior a la bajada de tipos de la Fed, que culminó el lunes con un nuevo máximo histórico del Dow Jones, no se podía pedir más.
Así que ayer el mercado se tomó un descanso merecidísimo para coger fuerzas antes de seguir escalando. Un descanso mínimo, por otro lado, que hace pensar en una continuidad alcista inmediata. El Dow Jones sólo recortó el 0,29%, el S&P 500 prácticamente repitió y el Nasdaq, que sigue siendo el mercado más fuerte, logró cerrar con alzas del 0,22%.
Aunque sería perfectamente lógico que la corrección se prolongara durante varios días más, la fortaleza que exhibe el mercado es tal que lo más seguro es que el Dow Jones intente confirmar enseguida su ruptura alcista y que el S&P 500 encare también sus máximos.
Esta vez, los comentaristas echan la culpa de las caídas a los malos datos económicos. Pero teniendo en cuenta que las cifras llevan dos semanas siendo malas o muy malas, y que las de ayer provocaron unas caídas tan nimias, hay que concluir que Wall Street sigue totalmente despreocupada por este asunto. Ayer, las malas noticias vinieron de la nueva caída de las ventas pendientes de viviendas a su nivel más bajo desde 2001.
En el campo empresarial, lo más destacado fue la mejora de las ventas de los fabricantes de coches, que provocó alzas del 2,8% para General Motors y del 4,1% para Ford. En el sector financiero, Citigroup anunció una inversión de 4.600 millones para adquirir la totalidad de un broker japonés, y el canadiense TD Bank Financial compró Comerse Bancorp por 8.500 millones. Pepsi Bottling batió las previsiones de beneficios, mientras que Palm decepcionó y cayó el 3,4% en bolsa.
En otros mercados, el dólar siguió rebotando frente al euro, que cedió hasta 1,4150 dólares, y el petróleo también volvió a corregir, aunque al cierre reconquistó los 80 dólares. Finalmente, los bonos retomaron las subidas en precio, con lo que su rentabilidad bajó al 4,53%.