Una agrupación de banqueros británicos solicitó el viernes una revisión de las normas de regulación bancaria y una reestructuración del rol del Banco de Inglaterra, tras la crisis del banco Northern Rock. Angela Knight, presidenta de la Asociación de Banqueros Británicos, dijo que el sistema actual fracasó en tranquilizar a los consumidores. En cambio, el anuncio del último viernes de que el Banco de Inglaterra intervino con una línea de emergencia para rescatar a a Northern Rock impulsó la primera corrida sobre un prestamista británico en más de cien años. El mensaje emitido (por los reguladores) fue: empresa solvente, turbulencia en el mercado, circunstancias peculiares, estamos entregando una liquidez adicional en el futuro cercano. El mensaje que recibió la gente fue: banco en problemas, tengo que sacar mi dinero rápido de ahí, dijo Knight durante una entrevista telefónica. Knight, que fue secretaria económica del Tesoro durante un Gobierno del Partido Conservador, dijo que otros aspectos que necesitan ser revisados son la actual red de seguridad para depósitos, que también fracasó en tranquilizar a los consumidores, y la supervisión de los modelos de negocio de los bancos. Los problemas de Northern Rock fueron impulsados por su fuerte dependencia de los préstamos en los mercados mayoristas. Fue una circunstancia particularmente desafortunada (para Northern Rock), pero uno se pregunta si existe un tema regulatorio respecto a un modelo de negocio que descansa tan fuertemente en cierto tipo de financiamiento, dijo. Esto es algo que se destacó ahora, pero una se pregunta qué análisis se realizaron alrededor de esto. El gobernador del Banco de Inglaterra dijo inicialmente que no se uniría a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo en la inyección de miles de millones al sistema financiero. Pero el miércoles, en un sorpresivo giro, el Banco ofreció inyectar 10.000 millones de libras (20.000 millones de dólares) en el mercado de dinero para flexibilizar las condiciones crediticias.