El famoso Richard Russell, el editor del newsletter de inversión más antiguo –y más leído, ojo- del mundo, ha cumplido 83 años. Su fama le viene de su capacidad para detectar giros relevantes en el mercado: como el suelo de la tendencia bajista en 1974, después de haberse mantenido bajista desde 1966.
Asimismo, también aconsejó salirse de la bolsa dos meses antes del ‘crash’ de 1987, y también se escapó del pinchazo de la burbuja tecnológica, aunque con demasiada antelación: se perdió los últimos seis meses de subida. En la tendencia bajista que duró hasta 2002, Russell se mantuvo tercamente bajista, pese a que la mayoría de los asesores insistían una y otra vez durante esos años en que la caída había terminado.
Por supuesto, no todo es tan maravilloso. Después de salirse en 1987, Russell no volvió a recomendar acciones hasta 1989, cuando estaban considerablemente más arriba que su nivel de salida. Y lo mismo ha ocurrido ahora: se ha mantenido bajista durante toda la recuperación desde el suelo de 2002, que consideraba un ‘rally’ de mercado bajista. Hasta que en mayo de este año por fin tiró la toalla y se volvió alcista, aunque a regañadientes (internamente, sigue sin creerse la subida).
Esta terquedad bajista ha dado alas a sus críticos, que le califican de “reloj parado”. Sin embargo, su capacidad para salirse a tiempo en los ‘crash’ del mercado ha reducido notablemente el riesgo para sus suscriptores, aun con el peaje de perderse algunas subidas. En total, el newsletter de Russell es el más rentable ajustado por el riesgo desde 1980, según el Hulbert Financial Digest.
Russell se deja seducir por las teorías de la ‘conspiración’ (los españoles no somos los únicos que las tenemos) sobre una posible intervención gubernamental ante un posible desplome de la bolsa, aunque no por completo. Así, asegura que “los bancos centrales no permitirán que tengamos deflación”. Pero niega que exista el famoso ‘Greenspan put’ –la teoría que considera que la Fed actuará siempre que las cosas se pongan feas y salvará a Wall Street-. Si hay algún put, es el ‘China put’, dice Russell, la demanda sin precedentes generada por el despegue económico de ese país.
Como buen seguidor diario del mercado, a pesar de su avanzada edad, Russell está ‘mosqueado’ con lo que pasa casi a diario en la última hora de negociación: “Las repentinas compras, que al parecer salieron de ninguna parte, me hacen ser un poco suspicaz”.
Russell tuvo que tirar la toalla bajista ante las evidencias técnicas (supuestamente es un seguidor de la teoría de Dow, pero en realidad es mucho más que eso). Pero considera que la actual tendencia alcista no se justifica por fundamentales, en especial la valoración (el PER), que considera insostenible. Por eso, la recaída actual del mercado le ilusiona más que la continuidad alcista. La semana pasada escribió que “la gran pregunta es si los consumidores norteamericanos dejarán de comprar y empezarán a ahorrar. Si lo hacen, será bajista para la economía y los mercados. Y claro, demos gracias a Alan Greenspan por cargar a EEUU con préstamos, créditos y deudas”.
Pero la pregunta importante de verdad es si estamos al inicio de una nueva tendencia bajista. Su respuesta es que no lo cree, pero admite que la pregunta es demasiado importante para ser arrogante. Por eso, acude al principio “del 50%”: el principio según el cual una tendencia principal sigue intacta mientras el índice o valor no pierda más de la mitad de lo ganado desde que comenzó esa tendencia. Sirve para diferenciar una corrección dentro de la tendencia principal de un cambio de tendencia. Es una confirmación muy sólida, pero, claro, tiene el inconveniente de que hay que esperar a perder el 50% de lo ganado para actuar.
“Por supuesto, el problema principal es que el 50% de toda la subida desde 2002 está en los 10.643 puntos del Dow Jones. Así que habrá que esperar una enorme caída del índice hasta ese nivel para saber si estamos en una tendencia bajista o no. Todo lo que puedo decir mientras tanto es que espero que no”, admite Russell, aunque ofrece una esperanza a sus suscriptores: “Habrá señales durante el camino”.
La primera de esas señales llegó ya el viernes pasado, cuando tanto el Dow Jones Industrial como el Transportes marcaron nuevos mínimos. “Desde la perspectiva de la teoría de Dow, es un escenario feo y sugiere una acción defensiva”, según este analista.
El principal desafío para la credibilidad de Russell es que el mercado está ahora al mismo nivel (o por debajo) de donde él tiró la toalla bajista y se pasó al enemigo alcista. Y ya hay quien sugiere que Russell, a sus 83 años, puede haberse convertido en un indicador contrario: cuando es bajista, es que el mercado va a subir; y cuando se vuelve alcista, es que viene la caída.