Pese al desplome de los bonos, hubo récord anual del Dax alemán, el Footsei británico y quedó el Eurostoxx a las puertas. Si hay continuidad, el Ibex35 aún puede pensar en los 16.000.
Arrancaba la semana entre las ganas de subir y la incapacidad para lograrlo por la presión que ejercía el mercado de bonos. Pero ni siquiera el alegato de Greenspan, que sigue haciendo marketing de guerra para su nuevo libro, acabó amilanando a un mercado que, a poco que se estabilizaron los bonos se dio la vuelta de forma violenta. Tanto es así que algunos índices europeos y norteamericanos de renta variable consiguieron nuevos altos anuales y convertían las caras largas y sombrías de la semana pasada en radiantes sonrisas. El oso, que como sabe encarna a los bajistas, parece simplemente haberse movido dentro de la cueva, pero no para salir sino para darse una vueltecita y seguir con su invierno...
El Nasdaq 100 es la referencia
El toro, símbolo alcista, tiene en el Nasdaq100 a su gran esperanza y primera dificultad. Como puede ver en el tercero de los gráficos, que le vengo adjuntando, en él lo que se debate es el medio/largo plazo porque la superación del techo del canal lateral/alcista dejaría resuelto del lado del toro (símbolo alcista) un movimiento de consolidación con ligera pendiente alcista que viene abierto desde 2004. Y sin que la Fed baje los tipos ni parezca estar en disposición de hacerlo... Incluso si ha de ser así daré por buena la ruptura de la pauta en cuanto quede confirmada, y me tumbaré a ver brillar el sol durante lo que queda de ejercicio, pues si definitivamente se produce la ruptura al alza del principal índice de tecnología, estar en bolsa en el segundo semestre va a ser de lo más rentable y, además, de lo menos farragoso.
Necesitamos bonos estables
La incógnita sigue viniendo desde el lado de los bonos. Unos bonos que son completamente bajistas desde hace mucho pero que esta semana han alcanzado la zona que debería parar la sangría si no estamos en un gran mercado bajista, ante algo no visto desde los años '80. Y es que el futuro del Bund alemán ha caído hasta recorrer a la baja el 61,8/66 por ciento del alza vivida por la deuda entre 2000 y finales de 2005, zona que marcan las teoría de Elliott/Dow como niveles de soporte natural. O las cosas se frenan aquí, en medio de volúmenes espectaculares en los bonos norteamericanos y europeos en zona de grandes soportes, con Greenspan profetizando el inicio de una gran caída en los precios de la deuda gubernamental (como si no llevase abierta desde hace una eternidad).
La cuestión puede residir en saber si el aumento de las rentabilidades responde más a la posibilidad de una subida de los tipos o a un empeoramiento de la inflación. ¿Pueden subir aún más los tipos a largo? Pues sí, pero para un gran mercado bajista puede que haga falta un cambio de las expectativas de inflación a largo plazo: algo que en la actualidad no se percibe en el mercado. De hecho el viernes mismo el mercado conocía un excelente dato de precios en Estados Unidos. La inflación sigue sin hacer acto de presencia aunque la Fed se esté viendo obligada a estar sentada en una silla de madera, dado que ésta no ésta dentro de la banda en la que se siente cómoda. Pero la Fed tampoco está pensada para sacrificar el crecimiento. De modo que si los bonos están cayendo porque tenemos más crecimiento del que la mayoría esperaba y no porque sospechen un aumento drástico de la inflación, las bolsas tirarán cómodamente en cuanto los bonos se estabilicen.
En Bolságora hemos insistido varias veces en el nivel anormalmente bajo de los múltiplos de las bolsas en Europa y Estados Unidos. También hemos dicho que una de las razones de esta inercia estaba en la falta de confianza de los inversores en que se mantuviera el bajo nivel de las rentabilidades de los bonos. Todo indica que, hasta marzo-abril, los inversores incorporaban a los famosos PER de las bolsas unos tipos largos de hasta 75/100 puntos básicos, es decir, rentabilidades de un 4,75%-5% en Europa y un 5,25%-5,5% en Estados Unidos. Son niveles que sugieren que la renta variable puede aguantar la debilidad de los bonos sin sufrir una profunda corrección, más allá del ‘golpe’ psicológico que conlleva el ajuste de las expectativas. Parece que el mercado, de momento, así lo entiende.
Buscar la subida libre
Consiguieron máximos anuales varios índices de primera línea, entre ello el Nasdaq 100, donde como digo puede estar la referencia para trading en este momento. Pero más allá de las bolsas y de la deuda, en lugares menos consultados, quiero destacar el máximo anual de la relación euro/yen, que batía los 165 y es que las depreciaciones de la divisa nipona van parejas a las alzas de la renta variable.