La inflación subyacente de Estados Unidos probablemente baje a 2 por ciento desde alrededor de 2,25 por ciento, pero para reducirla todavía más, se necesitarían tasas de interés más altas, dijo el viernes Frederic Mishkin, uno de los gobernadores de la Fed. ‘Soy menos optimista sobre las perspectivas de que la inflación estructural PCE (una medida de la inflación basada en el consumo) se mueva mucho debajo del 2 por ciento en ausencia de un esfuerzo determinado de la política monetaria’, dijo Mishkin. Dijo que él tiene un optimismo razonable de que la inflación estructural disminuya lentamente. Pero el proceso llevaría algún tiempo debido al reciente repunte de los precios de la gasolina y de los productos del petróleo, agregó. El alza de los precios del combustible ha elevado los costos de muchos bienes y servicios, y, a medida que las firmas trasladan los costos a los clientes, las lecturas mensuales de la inflación estructural serán mayores de lo que habrían sido de otro modo, dijo el funcionario de la Fed. Mishkin dijo que, mientras tanto, las expectativas inflacionarias de largo plazo están ancladas en un nivel no muy lejos de la tasa de inflación actual, y será un desafío reducirlas todavía más. Un declive sustancial adicional de la inflación requeriría un cambio de las expectativas, y tal cambio podría ser difícil y requerir tiempo, declaró. Para bajar las expectativas inflacionarias se tendría que mantener las tasas de interés en un nivel que conduciría a un crecimiento económico más lento y a un desempleo más alto, sostuvo Mishkin. "La historia sugiere que para reducir permanentemente las expectativas de inflación, se requeriría una política monetaria ajustada por un período sustancial, resultando en pérdidas considerables de producción y empleo por algún tiempo", dijo.