El crecimiento de la masa monetaria de la zona euro subió a un máximo de 16 años en diciembre, alimentando las preocupaciones del Banco Central Europeo por las presiones inflacionarias e impulsando las expectativas de más alzas en las tasas de interés. Pero en una señal tranquilizadora para el BCE, el crecimiento del endeudamiento del sector privado se moderó, ya que las tasas más altas desalentaron el apetito de los hogares y de las empresas por nuevos préstamos, según cifras oficiales publicadas el viernes. Los analistas esperaban que el crecimiento de la masa monetaria M3 -conformada por una mezcla de efectivo, depósitos bancarios de corto plazo e instrumentos del mercado de dinero- disminuyera en diciembre tras una sorpresiva alza en noviembre. En cambio, el crecimiento anual de ese indicador se aceleró a un 9,7 por ciento desde 9,3 por ciento, la tasa de expansión más rápida desde 1990, ante un fuerte avance en los depósitos de corto plazo. Axel Weber, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, dijo que las cifras mostraban las presiones alcistas sobre la inflación, que en los últimos meses se ubicó por debajo de la meta oficial de 2 por ciento ante una caída en los precios del crudo. Según analistas, el crecimiento más fuerte del esperado en la masa monetaria fortalece la probabilidad de una nueva alza en las tasas a 4 por ciento en junio y se animan a pronosticar incluso algún aumento más.