Algunos comentaristas sostienen que el mercado ha decidido liberarse de los tipos. La incertidumbre sobre los tipos es el gran lastre que impidió a Wall Street recoger elementos positivos como la fortaleza de la economía y los beneficios empresariales o unas valoraciones atractivas respecto a la media histórica
La incertidumbre sobre los tipos es el gran lastre que impidió a Wall Street recoger elementos positivos como la fortaleza de la economía y los beneficios empresariales, el boom de la energía y las materias primas, la capacidad de las compañías para mantener sus márgenes pese al petróleo y la caída del paro, o unas valoraciones atractivas respecto a la media histórica. Este lastre se ha hecho más acusado en los últimos meses, ya que la frustración sistemática de las expectativas de final de las alzas de tipos abortaba los intentos de ruptura alcista de los índices.
Esta vez puede ser diferente. Y no porque la Fed haya acabado con esa incertidumbre. De hecho, en las últimas semanas hemos visto lo mismo de siempre: grandes expectativas de fin de las subidas en el 5%, gracias a las actas de la última reunión y a unas declaraciones del propio Bernanke en las que hablaba de una pausa de varios meses antes de tomar nuevas decisiones; y frustración posterior por la fortaleza de los datos de actividad y de precios (y también por el desmentido de las declaraciones de Bernanke: habrá pausa, pero no tiene por qué ser en el 5%).
Sin embargo, algunos comentaristas empiezan a considerar una teoría, según la cual el mercado está tan cansado de esta dinámica que ha decidido ignorarla. Prefiere fijarse en esos otros elementos que deberían mover las cotizaciones y dejar en segundo plano a cuánto y cuándo van a subir los tipos, ya que de todas formas tampoco pueden ir mucho más lejos.
De forma más formal: las valoraciones tienen más que recogida la incertidumbre sobre los tipos, pero no han recogido los factores positivos, y ya es hora de que empiecen a hacerlo. Lo cual explicaría la ruptura alcista de la semana pasada y la posibilidad de que el Dow Jones alcance máximos históricos en los próximos días.
La reunión del miércoles no es tan importante
Si esta idea es correcta, la reunión del miércoles -en cuyo comunicado debe haber pistas sobre qué si en junio los tipos pueden subir de nuevo hasta el 5,25%- no será tan importante. Los analistas esperan algo más de claridad en el comunicado, ya que Bernanke quiere olvidar el ridículo de las declaraciones y su desmentido posterior. Pero también creen que la Fed se va a dejar todas las puertas abiertas, para seguir subiendo los tipos en junio o dejar de hacerlo en función de los datos económicos que se vayan publicando. Lo cual no eliminará la incertidumbre.
"La verdad es que puede hacer las dos cosas en junio", según Michael Englund, economista jefe de Action Economics. "Probablemente, Bernanke está predispuesto para frenar en el 5%, pero no quiere que se vea como un hecho consumado", añade.
Michael Moran, economista jefe de Daiwa en EEUU, opina que "no quieren que el mercado anticipe otra subida, pero tampoco quieren que el mercado concluya que las subidas han terminado". Ahora bien, él se inclina porque las subidas continúen para que Bernanke restañe la pérdida de confianza por su reciente affair: "Bernanke está un poco nervioso por que el mercado le considere como una paloma, y eso incrementa las probabilidades de que la Fed dé un paso o dos más allá en las subidas de tipos".
Sea como fuere, si el mercado es capaz de olvidarse de la eterna incertidumbre y seguir su camino pensando en que, pase lo que pase en junio, el fin de las subidas no puede tardar, será la mejor noticia posible para los alcistas.