La puesta en marcha de dos ampliaciones de capital y la cesión de la mayoría del capital a los inversores de Liberty no han sentado bien a la cotización de Prisa, que pierde en estos momentos alrededor de un 8%.
El efecto dilutivo de la operación está pesando más que la noticia positiva para las debilitadas finanzas de Prisa. En este sentido, la entrada de más de 600 millones de euros de capital dará un respiro a las cuentas de la empresa, y a los bancos acreedores, a los que la compañía debe 4.850 millones de euros que no podía garantizar pagar en plazo.