Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo aprovechar la decisión de Japón de fabricar más inflación

La bolsa es como un buffet libre. Hay distintas formas de hincarle el diente, según los gustos del inversor. Y varias firmas de inversión están invitando a tomar un vuelo con destino a Tokio para saborear las rentabilidades que puede ofrecer el mejor sushi.

La semana pasada, el país nipón anunció una decisión histórica: quiere terminar con el estancamiento de su economía y la pócima elegida es fabricar más inflación. Para eso, el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) ha tomado una decisión histórica para fabricar inflación: situar la meta de incremento de los precios en el 2%. Y el vehículo al que se subirá para llegar hasta ahí es imprimir más yenes para debilitar su divisa.

Las primeras beneficiadas con esta receta serán las compañías exportadoras, porque, con un yen más barato, se harán más competitivas. Y si las empresas niponas lucen alguna insignia es esa, la de la diversificación geográfica. "En 2004, en torno al 70% del beneficio operativo de las compañías japonesas provino del negocio nacional. Ahora, producen más de la mitad de sus beneficios fuera", señala Shogo Maeda, responsable de acciones japonesas de Schroders.

El sushi más común

Para viajar hasta allí y sacar provecho a una posible escalada de las empresas japonesas, el inversor tiene tres opciones. El billete más común, el de clase turista, equivaldría a entrar en bolsa japonesa a través de fondos de inversión que ya estén cubiertos frente al efecto divisa. (Si no, lo que gane en rentabilidad por la subida en bolsa de las compañías, puede perderlo por la caída del yen). "Para entrar en Japón la mejor opción sería hacerlo a través de fondos de inversión con la divisa cubierta o ETFs", señala Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco, aunque reconoce que, con la fuerte subida que ha experimentado la bolsa nipona, ha dejado de ser tan atractiva. "Una de las razones por las que valorábamos Japón era lo barato que estaba", indica.

Así que, para hacer una incursión a la japonesa y dormir tranquilo aunque el yen se desplome, tiene opciones como las del fondo Bankia Bolsa Japonesa FI, que tiene una aportación mínima de 100 euros y una de las comisiones de gestión más moderadas de la lista, del 0,9%. Otra opción es el fondo Schroder ISF Japanese Equity A1 EUR Hdg Acc, que cuenta entre sus mayores posiciones con compañías como Sumitomo Mitsui Financial Group, Honda Motor, Mitsui & Co, Mitsubishi UFJ Financial Group y Itochu Corp. Todas ellas, salvo ésta última, se encuentran entre las grandes compañías niponas que mantienen un claro consejo de compra por parte del consenso de mercado.

"Percibimos un interés grande de los inversores en bancos y automovilísticas japonesas", señalaban los expertos de Citigroup en un informe emitido el pasado lunes. No es de extrañar, porque entre los primeros se encuentran entidades como Softbank, que ha comprado recientemente el 70% de la operadora americana Sprint (la última en EEUU en unirse a las telecos que comercializan el iPhone de Apple) y, entre las grandes automovilísticas, la mayor parte generan importantes beneficios fuera de las islas.

A la hora de elegir el fondo, tenga en cuenta si quiere hacer su entrada en Japón a través de grandes o pequeñas compañías. Con las de mayor capitalización se aprovechará de su naturaleza exportadora y la depreciación del yen. Claro que, por ese mismo motivo, muchas ya han experimentado fuertes ganancias. De hecho, el índice MSCI Japan Index avanza un 12% desde que se disolvió el parlamento nipón, mientras que el mismo índice que replica la evolución de pequeñas empresas ha ganado la mitad. Para estas últimas tiene fondos como el Parvest Equity Japan Small Cap H.

Un maki para paladares sofisticados

Otra alternativa es elegir fondos que no estén cubiertos en divisa y protegerse por su cuenta, por ejemplo, a través de CFDs (contratos por diferencias) que ganen cuando lo hace el euro contra el yen. Pero si elige esta opción debe tener en cuenta varias cosas: la primera, que el desembolso que tendrá que hacer podría ser mayor (además de lo que destine al fondo, deberá comprar un contrato) y, la segunda, que se trata de productos apalancados. Tienen la ventaja de que para invertir, por ejemplo, 10.000 dólares (unos 13.370 euros) en un CFD euro / yen -en el caso del que oferta CMC Markets-, sólo tiene que depositar una cantidad mucho menor como garantía, en este caso, poco más de 33 euros. Pero eso también es un arma de doble filo, porque las pérdidas pueden ser mayores que ese depósito hecho -al fin y al cabo, está invirtiendo por valor de 10.000 dólares) por lo que se recomienda que se fije un nivel máximo de protección ante pérdidas, o stop loss. Las comisiones (o spread) dependen de qué proveedor elija.

Si en lugar de los fondos de inversión tradicionales prefiere los fondos cotizados, o ETF, algunos también le ofrecen la posibilidad de olvidarse del efecto divisa. Es el caso del iShares MSCI Japan Monthly EUR Hedged, que acumula una rentabilidad del 27% desde que se disolvió el parlamento japonés, el 16 de noviembre. Replica la evolución del índice MSCI Japan Index y cuenta entre sus mayores posiciones con las automovilísticas Honda y Toyota, y también con Canon.

Según los analistas de JPMorgan, sólo un 19% de las ventas de Toyota se generan dentro del país nipón, el resto proviene de sus exportaciones. Sobre Honda, los analistas de Citigroup señalan dos motivos que suelen impulsar sus acciones, la caída del yen contra el dólar y el incremento de las ventas de automóviles en EEUU.

Pero, para que no se le atragante la inversión en Japón, la primera premisa es que el yen siga favoreciendo a las grandes empresas del país, es decir, que continúe debilitándose. Ya se ha depreciado desde el mes de noviembre un 12% contra el dólar, pero, aún así, muchos analistas confían en que siga haciéndolo. "Llevado a sus últimas consecuencias fijar un objetivo de inflación del 2% y dejar la puerta abierta para comprar activos de forma ilimitada, suponen una amenaza clara para el yen. No descarto que puntualmente incluso suba hasta 95 yenes por dólar", señalaba José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, el día de la decisión del Banco de Japón.

Una opción más indigesta

La última vía, aunque más enrevesada, es invertir directamente en las compañías: muchas de las grandes empresas japonesas cotizan en Wall Street. Tiene el inconveniente de que no se diversifica la inversión como sí permite un fondo o un ETF, y también de que, al estar cotizadas en dólares, debe protegerse contra el efecto divisa. La única ventaja es que cubrirse frente a la evolución del euro / dólar es más barato en general que hacerlo contra el yen a través de CFDs.

Más de 50 compañías dentro del mercado nipón cuentan con una recomendación de compra por parte del consenso de analistas. Y algunas se incluyen dentro del índice Eco 30 de elEconomista, que reúne a una treintena de valores internacionales elegidos según criterios fundamentales, y calculado por Stoxx. Entre ellas, KDDI, Nissan Motor, Astellas Pharma y Hitachi. Las que cuentan con recomendaciones más sólidas son las tres automovilísticas (Toyota, Mitsubishi y Honda) y también compañías ajenas al sector como Japan Tobacco que, de hecho, se ha convertido en una de las favoritas de los gestores de bolsa, ya que se encuentra entre las 50 mayores compañías con más presencia en las carteras de fondos de renta variable. Y, pese a que la bolsa japonesa se ha encarecido desde noviembre un 18% -según FactSet, por las compañías del Nikkei se pagan ahora en bolsa más de 13 veces sus beneficios-, aún puede encontrar compañías que cotizan más baratas que la media. Por ejemplo, las tres grandes del sector del motor.

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