Materias Primas

Cómo invertir en las 17 materias primas más 'raras' de la tabla periódica

Imagen de Thinkstock.

El Samario, el Holmio, el Tulio, el Lutecio y otros 13 elementos, con nombres del mismo calibre gramático, no son las nuevas adquisiciones extranjeras del Madrid o el Barcelona, son los 17 metales conocidos como 'tierras raras'. Y vaya si son raras, ya que ni con la tabla periódica en la mano son fáciles de pronunciar y en ocasiones tampoco sencillas de encontrar, pero en nuestro día a día son más comunes de lo que podríamos imaginar.

Los motores diésel contienen grandes cantidades de cerio entre sus componentes, así como el terbio es esencial en la fabricación de televisores LED o el neodimio en los discos duros de nuestro ordenador, tableta electrónica o móvil. Probablemente no lo sepa, pero en su bolsillo podría encontrar la mitad de estos componentes sólo en su teléfono móvil. Y es que estos metales son la conexión más directa que podemos encontrar entre la naturaleza y la alta tecnología.

Pero se preguntará por qué se consideran como una buena inversión. La respuesta es fácil, sólo se encuentran en muy pequeñas cantidades en el mundo, la mayoría está en suelo chino, y China está protegiendo su pequeño -gran- tesoro bloqueando su exportación fuera del país asiático. Tanto es así, que en marzo Barack Obama pidió al país mayor flexibilidad en la comercialización de estas materias.

Materias primas del futuro

Mejor escenario imposible. ¿No? Pues sí, pero no. Invertir en tierras raras no es tan sencillo como parece, ya que las herramientas son limitadas y los metales individualmente presentan un bajo volumen de negociación. Eso sí, existen empresas -más de una con nombres igualmente impronunciables- que ofrecen la posibilidad de hacerse físicamente con estos materiales, y las mismas compañías se encargan de su resguardo. Sin embargo, en más de una ocasión, este tipo de entidades han resultado ser un complejo engaño que ha dejado a más de un pobre cristiano sin ahorros.

Por otro lado, usted podría pensar en invertir en las grandes compañías mineras como una forma de ganar exposición a estos metales raros, pero el negocio principal de dichas empresas es otro tipo de minería, basada principalmente en metales preciosos e industriales. Es por ello que hemos buscado una herramienta que nos permita entrar en un sector que parece ser clave para los negocios en el futuro. Siguiendo esta idea, encontramos un ETF con suficiente volumen de negociación (para que sea líquido) y que está basado en exposición a compañías mineras que se dedican (en su mayoría) a la explotación de este raro -valga la redundancia- tipo de elementos químicos.

Rare Earth Estrategic Metals (REMX), intenta reflejar el comportamiento general de las empresas mineras que se especializan en la producción de tan peculiares materias primas. Entre sus componentes encontramos una variada exposición a diferentes compañías mineras que centran su actividad en la producción de lantánidos, entre las que resaltan firmas tan importantes como Iluka Resources, Eramet o Kenmare Resources.

Y es que aprovechando que los gobiernos están incentivando la economía será sólo cuestión de tiempo para que las expectativas de crecimiento mejoren, y con ello la producción y la demanda de estos metales que se han convertido en pieza fundamental para la innovación y las nuevas tecnologías.

Sólo pensar en las extratosféricas ventas de Apple, sería apenas divisar la punta del iceberg sobre la importancia de estas materias y los beneficios que se generan con todos los productos de alta tecnología que ya son algo de todos días.

El ETF comenzó a cotizar en noviembre de 2010, y desde entonces se ha dejado el 30% de su valor, pero no podemos olvidar que ha comenzado en un momento en el que el desarrollo industrial se ha mantenido estancado. El cinco de septiembre (un día antes de que Mario Draghi declarara que el BCE compraría deuda a los países en problemas, que marcó la antesala al QE3) el REMX tocó sus mínimos históricos, y desde entonces ha ganado más del 10%. Todo parece apuntar a que es un buen momento para invertir en esta herramienta, pues los analistas técnicos coinciden en que por este camino hay más de una oportunidad.

Y no será necesario esperar a que se alineen las estrellas, si no que logre batir sus resistencias en los 14,45 dólares, desde donde "confirmaría un claro patrón alcista" según Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. Mientras tanto, el ETF cotiza sobre los 13,3 dólares, y es la opción más segura -gracias a su alto volumen de negociación- para apuntarnos a los beneficios de las tierras raras y su estrecha relación con la tecnología.

Así, la próxima vez que encienda su automóvil, envíe un mail o mientras lee este artículo en su tableta electrónica u ordenador, recuerde que el Prometio, el Europio, el Erbio, el Gadolinio, el Tulio y el Holmio duermen más cerca de usted que muchos de los artículos de primera necesidad.

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