El banco estadounidense JP Morgan obtuvo en el cuarto trimestre de 2013 un beneficio neto de 5.280 millones de dólares, o 1,3 dólares por acción, lo que supone un descenso del 7,3% con respecto a los 5.690 millones de dólares que ganó en el mismo periodo del año anterior, según ha informado hoy.
Los ingresos en el periodo bajaron el 1% y se situaron en los 24.160 millones de dólares, aunque han batido las expectativas del mercado. De media, los analistas consultados por Thomson Reuters esperaban una cifra de negocio de 23.670 millones de dólares. También ha superado las estimaciones el beneficio sin extraordinarios, que se sitúa en 1,40 dólares por acción, frente a los 1,35 dólares estimados.
En el conjunto del ejercicio 2013 las ganancias alcanzan los 17.900 millones de dólares, frente al beneficio neto de 21.300 millones de dólares que obtuvo al cierre de 2012. La ganancia por acción fue de 4,35 dólares, por debajo de los 5,2 dólares del año anterior. En el caso de los ingresos para todo 2013, se mantuvieron prácticamente en línea con el año anterior, en 99.800 millones de dólares.
La empresa explica que esta reducción de los resultados es consecuencia del impacto negativo de distintos asuntos legales, como el reciente acuerdo para zanjar su presunta implicación en la estafa perpetrada por el financiero Bernard L. Madoff.
En este sentido, el consejero delegado del banco, Jamie Dimon, expresa su satisfacción con los progresos realizados en relación con sus litigios judiciales y con los reguladores. "Hemos dejado atrás problemas significativos en este trimestre", asegura en su comunicado. "Era lo mejor para los intereses de nuestra compañía y de los accionistas aceptar nuestra responsabilidad, resolver estas cuestiones y avanzar", añade.
Además, JP Morgan ha registrado un fuerte impacto debido al mal comportamiento del área de banca de inversión, que entre octubre y diciembre registró un descenso del 57% en sus ingresos, hasta los 858 millones de dólares.
Por otra parte, la partida destinada a provisionar el riesgo de pérdidas de crédito se situó en 225 millones de dólares, una cifra quince veces menor a la contabilizada hace un año.