Gracias a la caída experimentada por la libra desde que el Brexit ganara en las urnas, las compañías británicas cuya cifra de negocio proviene de fuera de sus fronteras están convirtiéndose en interesantes oportunidades de compra. Más aún cuando se estima que la moneda de Reino Unido aún no ha tocado suelo y podría seguir a la baja.
Los frentes a los que todavía tiene que hacer frente la moneda de Reino Unido hacen que su cotización no haya tocado aún su suelo. Algo que Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, achaca a medio plazo "a las negociaciones en el proceso de desvinculación de Reino Unido de la Unión Europa y a corto plazo al un deterioro en los datos macroeconómicos del país".